El culto a la belleza y su influencia en la estética actual

, La inmensa influencia de Leni Riefenstahl y de su concepto de la belleza sobre la publicidad de la posguerra es indudable. Los cuerpos masculinos, desnudos y musculosos, en poses heroicas, que vemos en secuencias publicitarias de Calvin Klein no se diferencian tanto de los atletas en Olimpia.

El grupo de rock marcial alemán Rammstein no se limita a copiar la estética de Riefenstahl, sino que usó para el vídeo de su último sencillo, Stripped, escenas de Olimpia. En el mundo cinematográfico basta como ejemplo la última película del holandés Paul Verhoeven, Invasión, con sus claras referencias a la estética fascista. Verhoeven ya aprovechó una corta visita a Berlín para visitar la exposición Riefenstahl.

Bill Clinton la invitó a su mesa en una cena celebrada con motivo del jubileo del Time-Magazin. Y, para completar las curiosidades raras, se sabe que el icono del pop Madonna se interesa por los derechos de la biografía de Riefenstahl para llevarla a la pantalla.

En Alemania, la "reconciliación" no llega a esos extremos, pero la normalización del caso Riefenstahl en los noventa es notable. El excelente y equilibrado retrato biográfico de Ray Müller en 1993 abrió la primera puerta. Johann Kresnik, enfant térrible del teatro alemán, estrenó en 1996 su obra Leni Riefenstahl, que introdujo de nuevo a la proscrita en discurso entre los intelectuales. En 1997 se exhibieron por primera vez las fotos de los nubios en una galería en Hamburgo. Última estación en esa línea es la exposición de Potsdam.

Testarudez

A Riefenstahl seguro que ya se le hubiese "repatriado" mucho antes si no fuese por su carácter difícil, la testarudez con la que sigue insistiendo en que todo lo que hizo fue retratar belleza pura y que su obra se puede juzgar también y exclusivamente desde la perspectiva de la calidad artística. Cerrándose en banda, se niega a entrar en un discurso sobre la difícil tarea de separar forma de contenido. No se quiere arrepentir ni disculpar por nada, y no ve ninguna necesidad en ello. "Consiguió, hasta hoy, no tener idea de lo que no quiere tener idea" (Margarete Mitschelich). Ésta sería posiblemente la razón clave para su reconciliación pendiente con Alemania.No se le puede reprochar a Leni Riefenstahl haber sido extremadamente talentosa, pero sí el haber sido demasiado ingenua y haberse entregado a los nazis. Aquí fracasa la diosa de la cinematografía trágicamente y cegada. O en las palabras de su biógrafo Ray Müller: "Ella haría cualquier cosa por una buena toma cinematográfica".