Los científicos advierten del riesgo de las técnicas de fertilización aplicadas sin rigor
Los octillizos de Tejas, gestados tras una ovulación excesiva, seguían ayer en estado crítico
Las causas del aumento de los embarazos múltiples son dos: la falta de rigor en la aplicación de los tratamientos de estimulación ovárica y el hecho de que en algunos centros de fecundación asistida se transfieren al útero excesivo número de embriones fecundados en probeta. Los científicos han alertado de los riesgos del uso, a veces con poco rigor, de las técnicas de fertilización. Los octillizos de Tejas seguían ayer en situación crítica, aunque estable. El mayor, el bebé A (niña, 690 gramos, nacida hace dos semanas), fue desconectado ayer del sistema de ventilación pulmonar.
"Lo que ha sucedido no es motivo de celebración", señaló Mark Perloe, endocrinólogo del Centro de Salud Reproductiva de Atlanta (EE UU). "El coste de este parto será de millones de dólares. Los bebés pueden morir y, de sobrevivir, es muy probable que tengan serios problemas de salud en el futuro. Creo que esto es una llamada de atención para la profesión médica".El jefe del departamento de Obstetricia Clínica de la Fundación Dexeus de Barcelona, José Mallafré insistió en la necesidad de informar a conciencia a los padres de los riesgos de no someterse a las reducciones embrionarias (extraer una parte de los embriones implantados): "No es conveniente un embarazo de más de tres o cuatro fetos y, si los padres deciden mantener más, deben aceptar de buen grado la posibilidad de que algunos niños nazcan con minusvalías". Los riesgos principales para estos bebés prematuros son las hemorragias cerebrales, problemas de audición y visión, y dificultades respiratorias.
"Las parejas que quieren tener hijos y no pueden, desesperadas, asumen más riesgos cada vez. Es una especie de carrera armamentística", señaló Alan Copperman, endocrinólogo del hospital Monte Sinai de Nueva York. Algunas parejas "pagan hasta 10.000 dólares [1,4 millones de pesetas] de su bolsillo para obtener estos medicamentos cuando el médico se niega a prescribírselos", añadió Copperman.
Nkem Chukwu, la mujer que el domingo dio a luz octillizos en Tejas, fue tratada con gonadotropina (una potente hormona que estimula la ovulación). Chukwu, por convicciones religiosas, se negó a que los médicos eliminaran algún feto. "No existen restricciones en el uso y administración de este tipo de fármacos. Un ginecólogo con unos meses de experiencia como médico residente tiene en EE UU casi la misma capacidad de llevar a cabo este tipo de tratamientos que un especialista con dos o tres años de preparación en este campo específico", denunció Perloe.
Los octillizos de Tejas seguían anoche en estado crítico, aunque estable. "El más pequeño, el bebé E, que pesó 320 gramos, cabe en la mano de una mujer", explicó Laura Floyd, portavoz del hospital de Niños de Tejas. El bebé A ha sido ya desconectado del sistema de ventilación pulmonar. Todos los demás, excepto el E, están conectados a dicho sistema.
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