Los efectos secundarios de las técnicas de fertilización
"El cuerpo humano está hecho para tener un solo bebé", decía ayer con resignación Brian Kirshow, uno de los expertos médicos en partos múltiples presente en el nacimiento de los octillizos de Tejas. En EE UU, y como producto de las técnicas de fertilización asistida, el número de embarazos múltiples se ha multiplicado por seis en los últimos 25 años, hasta alcanzar una cifra de 70.000 bebés nacidos en esas circunstancias.Según los datos de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, seis millones de parejas de EE UU tienen problemas de infertilidad, es decir, un 10% del total de la población en edad reproductiva. El problema de los embarazos múltiples se debe, principalmente, a una estimulación ovárica mal controlada o, en el caso de la fecundación in vitro, a la implantación de un número excesivo de embriones.
El año pasado, por ejemplo, Bobby y Kenney McCaughey tuvieron siete niños sanos en Iowa (EE UU). Cada vez más compañías de seguros médicos ofrecen tratamientos de fertilización entre las coberturas disponibles para sus asegurados. Los sociólogos aseguran que el fácil acceso a esos avances médicos hace que muchas parejas soliciten el tratamiento si tardan más de dos o tres meses en lograr un embarazo natural.
Sin embargo, el factor clave en el abuso de las técnicas de fertilización hay que buscarlo en la sociología de un país inclinado a planificar el futuro de forma metódica. Isabella Martin, experta en reproducción asistida de la Universidad de Miami, aseguró a EL PAÍS que el enorme número de partos múltiples no se deriva de la evolución de las técnicas, sino del comportamiento social: "Por primera vez, la mujer americana actual quiere planificar su embarazo en función de su trabajo", dice Martin.
El Libro Guinness de los Récords tiene registrados tres casos de embarazos de 10 bebés (el primero, en España, en 1924), aunque no aclara cuántos niños sobrevivieron al parto. De partos séptuples sólo hay documentados tres casos en el mundo. En cuanto a séxtuples, nueve familias comparten el honor en el mundo, entre ellas, la de la española Rosario Clavijo, en Huelva (1996). Quintillizos hay muchos en el planeta: 71 casos médicamente documentados.
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