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Una estadounidense de 27 años se convierte en la primera mujer que da a luz octillizos

Los recién nacidos, seis niñas y dos niños, se encontraban ayer en estado crítico, pero estable

Nkem Chukwu, una estadounidense de origen nigeriano y 27 años de edad, se convirtió el domingo en la primera mujer de la que se tiene noticia que da a luz octillizos. Chukwu se encuentra en buen estado después de haber traído al mundo a seis niñas y dos niños en un hospital de Tejas (EE UU), a pesar de que tuvo que ser intervenida tras el alumbramiento por una hemorragia. El primer bebé nació hace dos semanas, pero los médicos lograron frenar al parto para conceder más tiempo de gestación al resto. El caso resucita la polémica sobre los riesgos del uso de determinadas técnicas de fertilización.

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Según el portavoz de los médicos del hospital Infantil de Tejas, los octillizos se encontraban anoche en estado crítico, pero estable. "Tenemos muchas esperanzas de que todos ellos sobrevivan, pero es pronto para decirlo", aseguró la pediatra Patti Savrick en conferencia de prensa a las 24 horas del parto. Los médicos que asistieron el alumbramiento consideraron que los ocho bebés tienen un 85% de posibilidades de seguir con vida.La madre estaba ingresada en el hospital desde primeros de octubre. Durante las últimas tres semanas, los médicos la habían mantenido postrada en una cama e inclinada hacia atrás para tratar de aliviar tanta presión en la parte inferior de su cuerpo. La preocupación fundamental de los doctores era retrasar el parto lo máximo posible para prolongar la gestación y aumentar así las posibilidades de vida de los bebés. Las ecografías sólo habían mostrado, en un principio, cuatro fetos en el útero de la mujer, algo relativamente frecuente en casos de partos múltiples. Los fetos tienen menos espacio para moverse y unos "tapan" a otros cuando se realizan exploraciones con ecografías.

Hace dos semanas, cuando Chukwu acababa de cumplir seis meses de embarazo, se puso de parto. Minutos después nació, con parto vaginal, su primera hija. Los médicos frenaron el parto para mantener estables a los otros siete fetos dentro del útero y favorecer así su gestación.

La mujer ha recibido en las dos últimas semanas una fuerte medicación para retrasar el nuevo alumbramiento. También fue alimentada de forma intravenosa para evitar que los alimentos sólidos restaran espacio en su abdomen a sus otros siete hijos. El doctor Brian Kirshon, especialista en partos múltiples que dirigió este caso, alabó la fuerza de voluntad de la madre "porque fue capaz de soportar condiciones extremas, tumbada cabeza abajo y obligada casi a estar inmóvil durante varias semanas". "Ha sido una experiencia única", añadió.

El pasado domingo, cuando ya se habían cumplido seis meses y dos semanas de embarazo, Chukwu se puso de parto por segunda vez. Los médicos sabían ya, gracias a un sonograma, que eran siete fetos los que había en su útero. El parto, en este caso por cesárea, duró tan sólo 45 minutos. Cada bebé requirió seis minutos. La madre se encuentra en buen estado, tras superar una hemorragia que requirió varias transfusiones de sangre.

Factura de 300 millones

Además de los facultativos que asistieron a la madre, cinco médicos fueron dispuestos para atender y dispensar los primeros cuidados a cada uno de los niños nada más nacer, de forma que, en un determinado momento, llegó a haber hasta 40 médicos y enfermeras alrededor de la parturienta. El hospital ha calculado que la factura médica del parto puede llegar a los dos millones de dólares, casi 300 millones de pesetas (unos 37 millones por bebé).El peso de los bebés oscila entre los 320 gramos del más liviano y los 810 del más robusto. Todos ellos están en la unidad de cuidados intensivos con respiración asistida, y algunos reciben oxígeno constantemente. De sobrevivir, deberán permanecer hospitalizados varios meses. La madre podría recibir el alta médica el próximo fin de semana. El doctor Leonard Weisman, jefe de neonatología del hospital Infantil de Tejas, aseguró que la atención médica se centra ahora mismo "en los posibles problemas pulmonares y cardiacos" que puedan sufrir los niños. Según Weisman, si superan esta primera fase de vida, "el peligro estará en los problemas metabólicos y en las infecciones".

La madre había seguido un tratamiento de fertilización y el año pasado ya había sufrido un aborto con tres fetos. A principios de año quedó embarazada de trillizos, pero abortó. Ella y su marido, Iyke Chukwu, empleado de un hospital de Houston, ignoraban hasta hace dos semanas que esperaban ocho hijos. En las primeros momentos de su embarazo, los médicos le ofrecieron una reducción de embriones, pero la mujer lo rechazó por convicciones religiosas.

Los padres todavía no han puesto nombre a sus hijos. Los médicos se refieren a ellos con letras del alfabeto que van de la A a la H, en función de su orden de nacimiento. El bebé A, nacido hace dos semanas y media, es el que mejor evoluciona.

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