La autopista entre Pamplona y Bayona es técnicamente viable, según un estudio del Gobierno navarro

La construcción de una autopista entre Navarra y el departamento francés de los Pirineos Atlánticos que eluda atravesar Euskadi es técnicamente viable, según el resultado de la primera fase del estudio internacional confeccionado al respecto, que ayer dio a conocer en Pamplona el consejero navarro de Obras Públicas, José Ignacio Palacios. El estudio, que ha tenido un costo de 40 millones de pesetas, fue analizado el pasado jueves en Pau (Francia) por representantes del Gobierno de Navarra, Consejo General de Pirineos Atlánticos, Consejo Regional de Aquitania, partidos políticos y municipios afectados. Tras estudiar las repercusiones socioeconómicas y medioambientales que acarrearía para los valles pirenaicos de Navarra y el país vascofrancés la construcción de una vía de gran capacidad desde Pamplona a Bayona, el estudio señala que su creación aportaría sinergias positivas a un entorno "amenazado por la desvitalización y caracterizado por pequeños valles rurales en reconversión". Palacios indicó que esta vía tendría "indudables efectos positivos sobre la economía local y dinamizaría un entorno, delimitado por el país vasco francés interior y el norte de Navarra, que sufre el riesgo de la marginalización respecto a los grandes foros económicos del entorno". Palacios señaló que el tráfico del Pirineo Occidental se ha triplicado en los últimos 10 años y se multiplicará por cuatro hasta el año 2020. "Es razonable pensar en nuevas alternativas", dijo el consejero navarro, que volvió a recordar la necesidad de "aliviar" el cuello de botella del tráfico fronterizo en Guipúzcoa. El Gobierno de Navarra aseguró que la autopista combinaría una vocación regional con su valor estratégico en la conducción de el tráfico del centro peninsular (autopista Madrid-Medinaceli-Tudela-Pamplona-Bayona) hacia Europa. Según Palacios, el Ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, está "muy interesado" en el proyecto, al igual que la Secretaría de Estado de Infraestructuras y las instituciones francesas. En enero, todas las administraciones implicadas se reunirán para decidir si continúan con la segunda fase del estudio, donde se decide el trazado de la autopista y la fórmula de financiación, o si dan carpetazo al asunto.