El PSC acepta la coalición de centro izquierda que pide Maragall El candidato dice que habrá alianza antes o después de las elecciones
Pasqual Maragall hizo frente ayer a un reto nada fácil para él: pedir al partido socialista que acepte integrarse en una coalición de centro izquierda para gobernar Cataluña. Esta propuesta supone aceptar que el PSC por sí solo no puede superar a CiU. Pero le salió bien. Los cerca de 300 miembros del consejo nacional del PSC premiaron con un cerrado aplauso, puestos en pie, la intervención en la que Maragall formuló su propuesta y se declaró dispuesto a encabezarla. No hubo ni una sola intervención en contra.
Maragall admitió que la alianza de fuerzas sociales y de partidos con la que pretende formar una nueva mayoría de gobierno en Cataluña necesita un tiempo para fraguar. Y no sabe si va a tenerlo. Pero eso no evitará que acabe produciéndose, aseguró. "Si Pujol adelanta las elecciones al mes de marzo", dijo, "ganaremos y formaremos la alianza; si las elecciones son en noviembre, ganaremos, formaremos la alianza y gobernaremos". En cualquier caso, los socialistas han decidido seguir su calendario, con independencia de las vacilaciones que Pujol ha introducido sobre la fecha de las elecciones. Primarias en enero El primer secretario del PSC, Narcís Serra, anunció que las elecciones primarias para designar a su candidato a la presidencia de la Generalitat se celebrarán a finales de enero, en una fecha todavía no precisada pero que será en torno al día 30. La dirección socialista preparó el escenario para que la aceptación de la propuesta de Maragall fuera solemne. La parte de la reunión en que hablaron Maragall y Serra fue abierta para la prensa, hecho excepcional. El ex alcalde habló desde un atril en el que durante cerca de una hora desgranó las ideas que en los últimos meses expone también a lo largo y ancho de Cataluña. Con la novedad de que, en esta ocasión, oficializó su oferta de alianza. "Hago un llamamiento solemne a los movimientos sociales y a los ciudadanos para formar una gran coalición cívico-política", dijo. Añadió luego que esa alianza deben formarla "los socialistas y otras fuerzas y partidos de centro y de izquierda". Indicó también que en ella deben sentirse cómodos los obreros y los empresarios, los agricultores cansados del paternalismo de Pujol, los jóvenes y las mujeres. Curándose en salud, agregó: "No digo los nombres de los partidos, porque no quiero que mañana pueda decirse que no se ha llevado a cabo lo que propongo". Estaba claro, no obstante, que se refería a Esquerra Republicana (ERC) y a Iniciativa per Catalunya (IC), porque dijo: "Se trata de partidos con los que el PSC ha colaborado y con los que a veces nos peleamos, precisamente porque nos son próximos". Pero también se refirió a "otras fuerzas menores". En otro momento de su intervención aludió incluso a las coincidencias del PSC en algunas materias con los democristianos de Unió Democràtica (UDC), el segundo partido de la coalición CiU. Ante las previsibles dificultades para llegar a un acuerdo preelectoral con partidos que, como Iniciativa y ERC, ya han decidido acudir por su cuenta a las elecciones autonómicas, Maragall dijo: "Hemos de ser comprensivos con las dificultades que algunos de estos partidos puedan tener para sumarse a una alianza así antes de las elecciones" Pero Maragall hablaba ante el consejo nacional del PSC y el mensaje para éste fue claro. El papel del PSC debe ser, afirmó, el de "convertirse en el corazón de un cuerpo mucho más grande". ¿Por qué? Pues porque no se trata sólo de ganar las elecciones, advirtió, "sino de formar la mayoría social que ha de vertebrar Cataluña en la nueva etapa". PASA A LA PÁGINA 5
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