El Tribunal de los Lores admite la posibilidad de revisar su decisión contra Pinochet

ENVIADO ESPECIALLos cinco jueces del Tribunal de la Cámara de los Lores que han visto el caso Hoffmann resolverán probablemente anular el fallo del 25 de noviembre, por el cual otros cinco colegas retiraron la inmunidad soberana que había concedido a Augusto Pinochet el Alto Tribunal de Justicia frente a la orden de arresto dictada contra el general dictada por el juez Baltasar Garzón por delitos de genocidio, terrorismo y tortura. El controvertido tema de la inmunidad tendría, en ese caso, que volver a ser examinado por un nuevo tribunal a partir del 10 de enero.

Tras los argumentos de la Fiscalía de la Corona, en nombre de España, y de la réplica de la abogada de Pinochet, la vista terminó ayer con una promesa de que el fallo -sin razonamientos por falta de tiempo- se dará a conocer hoy. Sólo la pericia y la gentileza del presidente, lord Nico Browne-Wilkinson, el juez lord más antiguo de los 12 lores jueces en activo de la Cámara, permitió, al finalizar la sesión de ayer, preparar los ánimos para anunciar el fallo de anulación. "Vamos a intentar adoptar una decisión mañana a las 10.30 , pero si tenemos dificultad ya no podremos resolver hasta después de Navidades. Vamos a intentarlo mañana. Si decidimos volver a repetir todo el procedimiento sobre el recurso contra la inmunidad, ¿estarían ustedes de acuerdo en hacerlo después del 10 de enero?", preguntó Browne-Wilkinson a las partes, quienes manifestaron que, en efecto, prestaban su consentimiento. "Si así se decide, ¿creen ustedes que habría que repetir todo o sería posible resumir las posiciones y preparar intervenciones escritas?", indagó. "Amnistía Internacional, ¿querrá intervenir?", preguntó.

Tira y afloja

Y, así como quien no quiere la cosa, comenzó un tira y afloja entre los presentes. El abogado Peter Duffy, dijo que Amnistía Internacional quería intervenir. La abogada Clare Montgomery señaló que el Gobierno de Chile, aun cuando no tenía confirmación, quería también intervenir. El letrado Alun Jones, de la Fiscalía de la Corona, señaló que no sería adecuado permitirle participar, porque entonces países como Francia y Suiza, que piden a Pinochet, también desearían estar presentes.Browne-Wilkinson levantó la vista por encima de sus gafas de lectura y aclaró: "Pero si aquí no estamos decidiendo sobre personaciones, señor Jones. Era una pregunta, nada más. Porque saben ustedes que cuantas más intervenciones haya, más tiempo llevará. Lo mejor sería que las alegaciones se hagan por escrito. En todo caso, muchas gracias y les pido que asuman el riesgo de venir mañana a las 10.30 horas. Aunque vamos a intentarlo, no sé si lo lograremos. Trataremos de resolver aunque no podamos darles los razonamientos hasta primeros de enero".

Fue en el receso para comer cuando ocurrió todo, como si se tratase de un juego de iniciados. La abogada Clare Montgomery salió con una sonrisa de oreja a oreja y susurró a uno de sus colegas: "Hemos ganado". ¿Qué información tenía? Ninguna. Simplemente, consideró que el fallo del 25 de noviembre ya no se podría mantener a partir del interrogatorio de lord Goff, uno de los miembros de tribunal, sometió al abogado Alun Jones. El letrado, con astucia, había explicado que la defensa de Pinochet presentó el 30 de noviembre ante el ministro Jack Straw la petición de que anulara el fallo del 25 de noviembre por la relación entre Gillian Hoffmann, esposa de lord Hoffmann, y Amnistía Internacional (AI), donde trabaja como empleada administrativa desde 1977. Según Jones, habría podido paralizar la autorización del ministro de Interior Jack Straw el 8 y 9 de diciembre pasado, con los datos que ya tenían en el sentido de que lord Hoffmann era presidente de una fundación vinculada a AI. "Pero escogieron tácticamente no hacerlo. Prefirieron esperar la decisión de Straw; cuando perdieron, vinieron, horas después, a esta jurisdicción, a los lores, para volver a intentarlo", dijo. Pero Jones no fue convincente a la hora de abordar el tema de si la vinculación de lord Hoffmann con AI vulneraba la apariencia de imparcialidad que, según la defensa de Pinochet, es la piedra fundamental de la justicia y del derecho al juez natural.

Lord Goff, un juez retirado que forma parte del tribunal, es autor del llamado Goff test sobre problemas de prejuicio y parcialidad de los jueces. Según ha escrito Goff, "los tribunales deben ver este asunto a través de los ojos del hombre razonable, porque el tribunal, en este tipo de casos, personifica al hombre razonable y el tribunal debe asegurar primero las circunstancias pertinentes que surgen de las pruebas disponibles, cuyo conocimiento no está necesariamente disponible para un observador en el tribunal en el momento preciso".

Según añade, el juez que puede estar sujeto a un peligro potencial de parcialidad tiene la obligación de revelar la situación, bien para seguir adelante si las partes no lo cuestionan o para autoinhibirse.