El jazz cubano vuelve a encontrar su lugar en el mercado internacional
Productores del sello Blue Note graban en Cuba discos con los músicos de la isla
El jazz cubano y sus legendarias descargas han empezado a ponerse de moda en Estados Unidos y Europa. Sólo en el último mes, la famosa compañía discográfica especializada en jazz Blue Note ha grabado en la isla dos discos a Chucho Valdés y Frank Emilio Flyn, mientras que cada vez son más frecuentes los intercambios y conciertos de jazzistas cubanos en EE UU.
Después del éxito internacional alcanzado en los últimos años por la salsa y la música tradicional cubana, que permitió rescatar del olvido a figuras como Compay Segundo o Rubén González, ahora le ha tocado el turno al jazz latino. "Cuba está de moda, y el jazz cubano se está abriendo paso a toda velocidad por su calidad y su ritmo endiablado, como ocurrió con Chano Pozo en la década de los cuarenta". Quién así habla es René López, productor independiente y asesor del programa de jazz del Lincoln Center de Nueva York, donde este año se han presentado Chucho Valdés y Frank Emilio con su grupo, Los Amigos. A finales del año pasado, López organizó el viaje a La Habana del trompetista norteamericano Winton Marsalis y de Rob Gibson, directores artístico y ejecutivo del programa de jazz del Lincoln Center. "Ambos quedaron encantados e impresionados", recuerda López. A raíz de aquel viaje, Frank Emilio y sus amigos, entre ellos el percusionista Tata Guines, el timbalero José Luis Quintana, Changuito, y el güirero Enrique Lazaga, todos bien conocidos en la isla, fueron invitados a viajar a Nueva York, donde ofrecieron un gran concierto en el Lincoln Center. El éxito fue absoluto.
En el templo del jazz
También Chucho Valdés ofreció un concierto de piano en el templo del jazz, que fue grabado por la Blue Note y salió al mercado con el título de Piano solo. Ante los buenos resultados, la Blue Note decidió grabar en Toronto otro disco con Chucho y su trío, que se llamó Bele Bele en La Habana. En Bele Bele... Chucho exploró todos los géneros de la música cubana, desde el guagancó hasta el son montuno y la guajira, pero siempre desde el punto de vista de un músico cubano de jazz. El resultado fue espectacular. "Ha sido uno de los grandes éxitos de la Blue Note de este año. Según los últimos datos, está entre los discos más vendidos en el último semestre", asegura René López, que fue productor del disco y produce ahora el tercero de Valdés para el mismo sello. "Es otro disco con el trío. Toca Roberto Vizcaíno la percusión, Raúl Pineda la batería y Frank Rubio el bajo. Hay rumbas, sones, está Rhapsody in blue, un homenaje a Gershwin en su centenario...", dijo Valdés, quien en marzo viajará a Nueva York para tocar en el famoso club The Jazz Vanguard. Las razones del éxito actual del jazz cubano son varias. La difusión que tuvo el año pasado la música cubana con los grammys de Buena Vista Social Club y el disco de jazz latino Habana, de Roy Hardgrove y Chucho, influyeron positivamente. "La música cubana es diferente, tiene una rítmica peculiar, y esto, mezclado con el talento de sus músicos y la tradición, es una gran bomba", asegura López.López viajó a La Habana el pasado mes de noviembre en compañía del ingeniero de grabación John Fausty, quien ha trabajado con Celia Cruz, Tito Puente y todos los grandes de la música latina. Además de Valdés, López produjo también a Frank Emilio el disco Charanga en descarga, que incluye temas como el mambo Rico Melao, Rumba elegante, del propio Frank Emilio, Bilongo o el danzón Juventud de pueblo nuevo. Todos ellos participarán en el Festival de Jazz de La Habana, que comienza hoy y al que asisten importantes músicos norteamericanos, como Roy Hardgrove, Max Roach, Steve Turre y Ramsey Lewis, quienes, como Dizzy Gillespie, en la década de los cuarenta, se han dejado seducir por el jazz cubano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.