Serenísima

¿Se puede salvar Venecia? La cuestión, que ya viene de largo, es cada vez más desesperada. El siglo XXI será el último en el que se podrá habitar y visitar Venecia, a no ser que se haga algo para parar las mareas que suben y corroen sus edificios. Pero, como se ha visto en los últimos días, el Gobierno italiano es incapaz de sacar adelante un plan que conserve el patrimonio de Venecia para las generaciones futuras. (...) Hasta hace unos días, la mejor esperanza de salvar Venecia se centraba en un proyecto urbanístico llamado Operación Moisés, promovido por el sector empresarial italiano. Este proponía la instalación de enormes paneles en la laguna (. . .), que actuaran cada día como un dique temporal. (...) Pero la semana pasada todo quedó en papel mojado cuando un comité de expertos, convocado por el Ministerio de Medio Ambiente, dijo que el proyecto dañaría el ecosistema de la laguna. Italia debería revisar seriamente la Operación Moisés. (...) Como señala uno de los expertos internacionales, se necesita sentido de la perspectiva. La laguna no ha sido ni es un lago alpino. (...) El proyecto desarrollaría la periferia, que nunca se ha beneficiado del crecimiento económico de la región del Véneto. Salvaría una ciudad que, a diferencia de las demás, ha sido una fuente de inspiración. (...) Se necesita una pronta solución. Ya le advirtió Byron a Venecia de que, cuando sus paredes de mármol se nivelaran con las aguas, habría "un llanto de naciones por los edificios hundidos". (...) Dos siglos después, el mundo sigue esperando una respuesta.

, 15 de diciembre