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Entrevista:

"En Venezuela no tenemos democracia"

El presidente recién electo venezolano, Hugo Chávez, se siente más que sobrado para iniciar profundos cambios estructurales en el país con el 56% de los votos -unos 16 puntos más que su opositor Henrique Salas Römer-, que obtuvo en las elecciones del pasado 6 de diciembre. Con la fuerza de las urnas ha legitimado su asonada militar de hace siete años, refrendada además por el perdón que le concediera el presidente saliente, Rafael Caldera. Antes de tomar posesión del cargo el próximo 2 de febrero, el teniente coronel retirado, de 44 años de edad, ha llamado a la unidad y la conciliación de todos los venezolanos, aportando así confianza al mercado y a los inversores, mientras maquilla su imagen de "tirano", "diablo" y "gorila", supuestamente creada por sus adversarios, en la gira que emprende esta semana por Brasil, Argentina y Colombia en una especie de cruzada que él mismo impulsará: la denominada "revolución bolivariana y humanista" de América Latina, como cuenta en la entrevista concedida a este diario.Pregunta. ¿Es suficiente el plazo de tres semanas que usted ha dado a los parlamentarios para que discutan y aprueben la convocatoria de la Asamblea Constituyente antes del 15 de febrero?

Respuesta. Claro que es suficiente, porque sólo deben firmar el acuerdo y eso es rápido.

P. Si los dos tercios del Congreso no logran ese acuerdo porque está muy fragmentado, ¿usted firmará el decreto presidencial de la constituyente, dando un chavazo al estilo del fujimorazo?

R. No será un chavazo, sino un pueblazo, porque el pueblo ha votado por la constituyente.

P. ¿Cuáles son los tres aspectos más importantes que quiere cambiar en la Carta Magna?

R. Lo fundamental es refundar la nación venezolana en la V República. No se trata de cambiar una gente por otra, sino de las estructuras, el funcionamiento y el mecanismo perverso de la corrupción que ya está en las venas de la gente. Se trata de cambiar los tres poderes del legislativo, ejecutivo y judicial, e incluir el cuarto poder, el poder moral, mediante la elección popular directa de los cargos y su revocatoria.

P. ¿En qué consiste ese poder moral que nadie entiende?

R. Es el poder moral de la constituyente que nosotros proponemos. Con la constituyente se trata de fundar un solo poder autónomo que no dependa de los otros tres. Lo que hoy funciona como la Contraloría (Tribunal de Cuentas), la Fiscalía y la defensoría del pueblo se pueden fundir en una sola institución.

P. ¿Ha pensado en la reelección presidencial inmediata, que hoy no está permitida, y si es así, por cuánto tiempo?

R. Sí, por eso es necesario cambiar la constitución. Es conveniente un periodo corto seguido de cuatro o cinco años. El tema lo discutirán los expertos.

P. ¿Con qué motivo su Movimiento V República (MVR) está enrolando gente en la calle, que ya se conocen como los boinas rojas?

R. Hay una intención sociopolítica que es necesaria y vital como es la unificación de un pueblo, la organización de los sectores populares, campesinos, trabajadores, estudiantes y jóvenes.

P. ¿Qué dice a la crítica de que están inspirados en la red de apoyo popular, en los comisarios de esquina del régimen cubano?

R. Yo no conozco la forma de organización del pueblo cubano. P. ¿Los boinas rojas van ahora a reemplazar el carné del bipartidismo, que fue derrotado en las elecciones?

R. Depende del carné. Entiendo que el MVR, del que soy su fundador, lo está haciendo para organizar el movimiento, saber dónde están los militantes y con cuánta gente contamos. Ahora, el asunto está en cómo se utiliza el carné. El carné no debe ser un instrumento de abuso ni chantaje. Estaré atento para que eso no ocurra.

P. Su pensamiento político parece hecho como una colcha de retazos, pues invoca a Rousseau, Bolívar, Camus, Neruda y el cristianismo primitivo. No es marxista ni capitalista, pero le gusta la tercera vía de Tony Blair, ¿podría precisar qué rumbo tomará su Gobierno?

R. Los pensadores y la historia no pueden verse nunca como retazos. No se trata de un rompecabezas. Las ideas y la historia son dos dinámicas distintas. Las ideas son eternas. Los hombres van a la tumba, pero el espíritu y las ideas quedan. En Venezuela no tenemos democracia, sino los restos de lo que pudo ser un sistema democrático. La constituyente es el objetivo a corto plazo. Yo aspiro a que dentro de cinco años el país tenga una democracia sólida, y desde el punto de vista económico tenemos un proyecto de economía humanista y diversificada.

P. ¿Con cuál de las dos tendencias mundiales, la socialdemocracia y la democracia cristiana, se identifica mejor?

R. Las dos tienen fragmentos de nuestro proyecto. Yo me identifico con la democracia social, pero también con el cristianismo. Nosotros tenemos algo o mucho de esas dos corrientes, pero preferimos resumirla en una sola que la llamamos humanística, y si la vamos a precisar, entonces es bolivariana.

P. ¿Y dónde pone la tercera vía de Tony Blair?

R. No se trata de copiar un modelo. Eso es un error. A mí me parece digno de considerar la propuesta de Tony Blair, que apenas se está empezando a discutir en Europa. Yo incluso pienso invitar a figuras claves del mundo para hablar de la tercera vía el próximo año en Venezuela. Creo que es conveniente alejarnos de los extremos. Nos alejamos del sistema comunista y socialista, pero también del capitalismo salvaje. Es una alternativa intermedia. Ese punto intermedio tenemos que buscarlo.

P. ¿Cómo calificaría entonces el modelo económico de Chávez?

R. De humanista. No es cepalista ni socialista ni neoliberal. Tiene elementos de cada una de esas cosas. Para que no quede tan difuso nuestro modelo económico debo aclarar que plantea al mismo nivel los equilibrios macroeconómicos y los macrosociales. Lo social y lo económico no pueden separarse. Deben ir juntos.

P. También anuncia que impulsará una revolución bolivariana en América Latina. Si Bolívar liberó a los cinco países andinos de la corona española, ¿usted de qué o quién los va a liberar 200 años después?

R. Esa revolución es para "seguir el ejemplo que Caracas dio", como dice nuestro himno nacional, para liberarnos del hambre y el atraso. Ya no es la cadena del imperio español. Ya son las cadenas de la pobreza, la miseria, el subdesarrollo y el analfabetismo. Por eso voy a hablar esta semana con los presidentes Carlos Menen, Henrique Cardoso, Eduardo Frei y Andrés Pastrana.

P. ¿También seguirá los pasos de Menen y Fujimori, que al llegar al poder aplicaron medidas ortodoxas y neoliberales, dejando a un lado el populismo que los había arrastrado hasta la presidencia?

R. Yo no puedo decir que los presidentes Menen y Fujimori, que merecen todo mi respeto, hicieran eso. Yo hablo por mí. Hemos venido construyendo un proyecto que no es populista. Eso es un cliché. El populismo no es eso. El populismo es otra cosa. Es una desviación de la democracia. La democracia proviene del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Entonces un Estado que impulsa la producción nacional, que subsidie algunos sectores de la producción no podemos decir que sea populista. En el norte si los Estados subsidian la agricultura y a los pobres entonces habría que decirles que son populistas también.

P. ¿Entonces por qué ha cambiado de cara tan pronto como fue elegido presidente?

R. Sí, pero eso no ha cambiado para nada mi discurso. Durante mi campaña les decía a los empresarios que íbamos a restablecer los equilibrios macroeconómicos, a mantener la paridad cambiaria y el sistema de bandas, a no devaluar el bolívar ni controles de cambio, y hemos dado confianza al mundo llamando a los inversores y dándoles garantías de que todo debe regirse mediante la oferta y la demanda del mercado y la capacidad competitiva del país. Yo no tengo la intención de engañar a nadie. Sólo he dicho verdades.

La cenicienta del petróleo

Países como Venezuela, México o Arabia Saudí se reunirán esta semana en Madrid para estudiar la manera de afrontar la abrupta caída en el precio del petróleo que tan duramente está afectando a sus maltrechas economías.Pregunta. ¿Cuál es su posición en esta crisis del petróleo que afectará al presupuesto de su Gobierno?

Respuesta. Con México nos une la política de defender los precios del petróleo, que están en su más bajo nivel (7 dólares por barril) desde 1973, y es una amenaza para Venezuela el que sigan cayendo. Es conveniente detener esta caída, y para ello creemos importantísimo, y eso no es nuevo, el fortalecer la OPEP y su capacidad de negociación e influencia.

P. ¿Cómo puede funcionar la Opep si no hay disciplina ni lealtad entre sus miembros y si los países árabes tratan a Venezuela como la cenicienta en los recortes de producción, sacrificando a los venezolanos al perder su principal mercado de Estados Unidos?.

R. Hay una coyuntura difícil. Más allá de que no haya disciplina ni lealtad, precisamente si eso es así es producto del debilitamiento de la Opep. Creo que el fortalecimiento de la organización debe partir de ese criterio. Para eso hay que conversar, negociar y crear disciplina y eso es lo que tenemos que restablecer. Estoy seguro de que los países árabes están igualmente interesados en esto dada la brusca caída en los precios del petróleo.

P. ¿Cuál es su visión estratégica petrolera?

R.Primero fortalecer la OPEP y la capacidad de Venezuela de conversar con otros organismos como el G-3. A nivel interno hay que racionalizar el plan de expansión de Petróleos de Venezuela en función de esta coyuntura internacional y de las dificultades internas.

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