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POLÉMICA POR UNA AYUDA DE 1,3 BILLONES

El Partido Popular aprueba en solitario en el Senado las ayudas a las eléctricas

El Senado aprobó las enmiendas de las eléctricas y las fundaciones sanitarias en medio de una gran bronca. La Cámara alta perdió ayer su habitual calma durante el debate de las polémicas enmiendas a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos. El PSOE intentó forzar un cambio del orden del día para que los ministros de Industria y Sanidad acudieran al Senado antes del debate. La votación fue contraria, lo que provocó una sonora protesta desde los bancos socialistas, con gritos de ¡fuera, fuera! y una escandalera que no dejaba oír las intervenciones de los portavoces.

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Las dos enmiendas fueron, finalmente, aprobadas sólo con los votos del PP, aunque la polémica ha forzado las comparecencias de los titulares de Industria y Sanidad, Josep Piqué y José Manuel Romay Beccaría, en el Congreso antes del próximo martes, fecha en que los Presupuestos y la Ley de Acompañamiento volverán a la Cámara baja para su aprobación definitiva. En la enmienda eléctrica, CiU se abstuvo y el PNV votó que no. En la de las fundaciones sanitarias, los dos grupos se abstuvieron. Se aprobó el impuesto de matriculación a los monovolúmenes y se dio un plazo de seis meses al Gobierno para enviar el nuevo texto de la Agencia Tributaria. En el Senado, el PP tiene mayoría absoluta, por lo que, a pesar de no contar con el respaldo de CiU y el PNV, consiguió sacar adelante las enmiendas de las eléctricas y las fundaciones sanitarias. Para el Congreso, al menos, debe obtener el respaldo de CiU.Los ánimos estaban calientes desde que el PSOE denunciase el aluvión de 110 enmiendas que el PP ha presentado a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos para 1999. En concreto, dos de gran trascendencia, la que compensa a las eléctricas con 1,3 billones de pesetas en concepto de costes de transición a la competencia y la que permite la creación de fundaciones públicas sanitarias. En ambos casos, según los socialistas, se trata de reformas que por su importancia exigirían leyes propias y un debate más amplio. El PP, por el contrario, defiende la legitimidad del Senado para dar su aprobación a estas normas y señala que el PSOE también hizo un uso extenso de la Ley de Acompañamiento cuando era Gobierno.

El PSOE intentó demorar la discusión hasta que Josep Piqué y José Manuel Romay acudiesen al Senado a dar explicaciones. El portavoz socialista, Juan José Laborda, dijo ampararse en la Constitución para pedir al Gobierno que "tenga un poco de decoro y venga aquí a discutir el regalito del billón a las eléctricas".

Una cifra que, según señaló, es equiparable a la de la inversión pública o el gasto en Educación, argumento que fue respondido desde los escaños del PP con un sonoro abucheo. Laborda destacó que ningún miembro del Gobierno se encontraba en esos momentos en el Senado, aunque a media tarde hizo su aparición el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos.

Laborda fue respondido por el portavoz del PP, Pío García Escudero, que, a su vez, acusó a los socialistas de, por ejemplo, destinar 1,3 billones de pesetas al Insalud mediante una enmienda a los Presupuestos introducida en el Senado en el año 1993. "Lo que no parece serio", dijo, "es que ustedes conviertan en constitucional o inconstitucional aquello que les gusta o les disgusta, y todo ello, como un reclamo publicitario".

El portavoz de IU, José Fermín Román (Grupo Mixto), tomó también la palabra para apoyar a los socialistas y decir que "se están vulnerando los principios constitucionales" y que, por parte del Gobierno, "se ha hecho un uso abusivo de la legalidad".

La votación sobre el cambio del orden del día hubo de repetirse dos veces al considerar los socialistas que el presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, no la había anunciado con claridad, algo bastante difícil, por otra parte, dado el tumulto que a esas alturas del debate se había organizado en el hemiciclo.

CiU y PNV votaron en estas dos ocasiones con el PP, lo que, en la segunda vuelta, se saldó con un resultado de 89 a favor de cambiar el orden del día, 135 en contra y tres abstenciones. Este resultado generó otra gran bronca en los escaños socialistas, que manifestaron su protesta con gritos de "¡fuera!, ¡fuera!" Laborda intentó, en medio del escándalo, volver a tomar la palabra, pero el presidente no le abrió el micrófono y dio por cerrada la discusión.

Previamente, García Escudero anunció que los ministros de Industria y de Sanidad comparecerán en las comisiones respectivas del Congreso antes del martes, fecha en que el pleno de la Cámara baja debe votar a favor o en contra de las enmiendas aprobadas en el Senado para que los Presupuestos y la Ley de Acompañamiento entren en vigor el 1 de enero de 1999.

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