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LINDSEY DAVIS:"Ha sido duro bajar a la arena con los gladiadores y los leones"

Jacinto Antón

"¿Quién fue el último que lo vio con vida? ¿Cómo pasó la última noche? ¿Quiénes eran sus acompañantes? ¿Qué fue lo último que comió? En realidad, ¿quién fue el último al que se comió?". El detective romano Marco Didio Falco se ha encontrado con muchos casos raros, pero hasta ahora no se había topado nunca con el asesinato de un león. Y un león famoso: el destinado a devorar a los criminales en el circo, un importante empleado del Estado, pues. Arranque estupendo, como se ve, el de la nueva novela de Lindsey Davis aparecida en el mercado español (Edhasa), como estupendo es todo lo que viene después: un leopardo salvaje en las termas, un gladiador degollado fuera de servicio, un avestruz envenenado, juego sucio entre bandas de aprovisionadores de fieras para el anfiteatro, un pariente servido a las fieras... Adelantemos que hasta corren peligro los gansos salvajes del Capitolio.¡A los leones! es el estimulante título del libro, el décimo -todo un aniversario- de la serie de Davis sobre Falco, el investigador privado de la época de los Flavios. Pese a que la escritora sigue derrochando humor, aquí hay algunas escenas sombrías y hasta espeluznantes. Es el mundo del circo romano.

"He tardado 10 libros en meterme en ese mundo, y no lo he pasado bien al bajar a la arena", dice Lindsey Davis, velando su pícara mirada con una sombra de malestar, como los romanos ocultaban los bustos de los dioses para que no contemplaran a los criminales despedazados en los juegos. "Pero el circo era una parte importante del universo romano y no podía prescindir siempre de él. Entre los propios romanos había opiniones encontradas sobre el tema. Séneca, por ejemplo, encontraba brutal el circo. Eran espectáculos, los combates de gladiadores y las venationes , que tenían mucho que ver con los de masas de hoy en día. La diferencia era la sangre: la sangre en el circo estaba garantizada".

Falco y los gladiadores

La escritora, no obstante el repelús, evidencia un muy buen conocimiento del mundo de los gladiadores: plasma la popularidad de que gozaban -hubo auténticas stars, como Carpophorus, Spiculus y Teatraides- y la repugnancia que al mismo tiempo inspiraban en la sociedad romana; describe sus diferentes clases -tracios, samnitas, secutors, myrmillones, retiarius...- y sus luchas. La descripción, a pie de arena, de los combates es impactante: el lector ve el suelo teñirse de sangre y oye a la plebe, un muro sonoro, gritando: "Jugula!" (¡degüéllalo!). Tanto realismo sorprende en alguien como Davis, cuyo aspecto es, sin duda, más de Agripina que de Espartaco. "Hay mucha investigación en la novela, pero también mucha imaginación", dice. "Yo soy una pacifista, ¿sabe?, nunca he luchado, por supuesto, y ni siquiera discuto en la calle". La novelista apunta que otro motivo, aparte del tema, de que ¡A los leones! tenga un componente tenebroso es que a Falco, el protagonista, "empiezan a irle bien las cosas, y así se compensa". La buena fortuna de nuestro detective corre pareja con su trabajo como agente tributario de Vespasiano...Davis ya ha acabado su 11ª novela, que se titulará algo así como Una virgen de más y que, claro, gira en torno a las vírgenes vestales. ¿Van a seguir muchos títulos más de aventuras de Falco? "Sí, al menos tres más seguro, y si la cosa sigue funcionando...".

Traducidas ya a 10 idiomas, entre ellos el catalán (Columna) y el japonés, las aventuras de Falco tienen extensión en el gran foro de Internet. La página oficial de Davis:www.dircon.co.uk/ldavis/-

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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