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Reportaje:

200 personas dirigen los clanes 'narcos'

Encarcelados los antiguos capos que hicieron la transición del tabaco a la droga, el negocio ilegal en Arousa se ha ramificado en los últimos años en un sinfín de grupos que se alían cuando la situación lo requiere, se prestan dinero entre ellos y, si las cosas salen mal, no dudan en resolverlo a tiros. Sito Vázquez se atreve a calcular que, en lo más alto del escalafón, estos clanes están dirigidos por unas doscientas personas.Las redes de blanqueo de dinero se extienden a Portugal y por paraísos fiscales como algunas islas caribeñas, pero en la comarca quedan muchos millones. Vázquez sostiene que el narcotráfico alimenta, directa o indirectamente, la mitad de la actividad económica, una apreciación que no comparte un asesor fiscal de Vilagarcía, que asegura que al menos las empresas importantes "están libres de toda sospecha".

Los nuevos clanes pueden encontrar dentro de poco un serio competidor. Uno de los históricos del contrabando, José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, abandonó el miércoles la prisión en que ha pasado los últimos ocho de sus 43 años de vida. En Arousa se aguarda con expectación su llegada. Nadie le ha visto por la zona pero colectivos antidroga protestaron ayer por su liberación. En su casa de Cambados, la mayor de sus hijas se negaba a dar explicaciones, y su imponente chalé de Portonovo permanecía cerrado a cal y canto. La policía teme que será difícil que Miñanco se resista a la tentación de regresar a sus viejas actividades, sobre todo porque se había labrado un gran prestigio entre la mafia colombiana. Nadie duda de que posee aún una fortuna oculta, y, en los últimos meses, gente de su antiguo clan -que siempre le ha profesado una lealtad ciega- se ha dedicado a mover grandes cantidades de tabaco, una actividad que no decae. A este regreso se suma el de Laureano Oubiña, propietario del pazo de Baión (intervenido judicialmente), que también ha quedado en libertad bajo fianza esta semana.

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