El PSOE acusa a Aznar de intervenir personalmente en la subvención a Pérez Villar

PSOE e IU -con más intensidad los socialistas- intentaron ayer hurgar en el pasado político del jefe del Ejecutivo, José María Aznar. Mariano Santiso (IU) y Demetrio Madrid (PSOE) le preguntaron por la subvención de 50 millones que el Ministerio de Industria ha concedido a una empresa de Miguel Pérez Villar, consejero de Economía de Castilla y León cuando Aznar presidía el Gobierno regional entre 1987 y 1989, que fue condenado por prevaricación. Madrid aseguró que Aznar intervino "personalmente" en la concesión de una subvención a la que Santiso tachó de "ilegal y éticamente inmoral".

Aznar replicó que la subvención es legalmente irreprochable y lanzó un reto al PSOE tachando de "temerario" que recurran al pasado para hacer oposición.La primera pregunta sobre el caso Pérez Villar la formuló el diputado de IU Mariano Santiso quien recordó la historia judicial del ex consejero que fue -"no sé si lo sigue siendo", añadió- persona de confianza de Aznar, ya que "le designó vicepresidente" del Gobierno regional. Un error en el que también incurrió Demetrio Madrid, ya que Pérez Villar fue vicepresidente bajo el mandato de Jesús Posada, pero no con Aznar, que ayer les hizo ver el lapsus.

Santiso leyó parte de la sentencia que condenó a Pérez Villar por prevaricación a ocho años de inhabilitación por haber concedido en 1988 subvenciones destinadas a la minería de Castilla y León que, en realidad, tuvieron un destino diferente. Según Santiso, Industria "vuelve a conceder al señor Pérez Villar una ayuda contra toda lógica y, sobre todo, contra toda ética". Según el diputado de IU, la ayuda otorgada ahora a Pérez Villar ha servido "para poner en marcha de nuevo una quiebra en la que se perdieron 90 puestos de trabajo y se recuperan exactamente la mitad". Concluyó preguntando al jefe del Ejecutivo si "no le parece que sería el momento para aplicar el sentido común y determinar que nadie condenado por prevaricación pueda beneficiarse de ayudas públicas".

Aznar respondió que si quieren establecer que la pena de inhabilitación lleve aparejada la imposibilidad de percibir una subvención deben hacer la propuesta -"e incluso hasta la podemos apoyar"- pero, mientras tanto, "la ley es igual para todos y seguirá siendo igual para todos".

En el caso de los socialistas, la pregunta sobre Pérez Villar reabría viejas heridas. El diputado que la formuló, Demetrio Madrid, presidió entre 1983 y 1986 el Gobierno de Castilla y León y recibió duras críticas de Aznar, entonces en la oposición regional, para que dimitiese en 24 horas tras ser procesado por un asunto relativo a su empresa privada del que finalmente fue absuelto. Aznar llegó más tarde a la presidencia de Castilla y León y el diputado socialista le recordó ayer que, en aquel momento, ni siquiera reunía el requisito de ser vecino de la comunidad autónoma, por lo que se empadronó "en la sede de Alianza Popular de Ávila".

Las referencias personales subieron de tono al asegurar Madrid que Aznar "con una mano delante y otra detrás recibió los primeros auxilios del que después sería su asesor y su consejero de Economía" y que "todo esto no es sino un sistema de compromisos y socorros mutuos que se materializó simultáneamente, entre otros, con los llamados casos Naseiro, de la construcción, de la minería y del mal nombrado caso Zamora" en el que, según Madrid, el propio Aznar recibió talones para su campaña electoral en el hotel Meliá de Valladolid y que a quienes se los entregaron les hizo "la promesa evangélica de que recibirían el ciento por uno".

"Tiene usted razones, que la razón no entiende, para ordenar la subvención de su consejero", siguió. "La minería, las subvenciones y Pérez Villar son nombres directamente relacionados con el principio de la irresistible ascensión del señor Aznar. La historia se repite, aunque quienes fueron sus benefactores ahora son mero lastre. Cuando se escupe hacia arriba, señor Aznar, terminas mojándote", aseguró Madrid.

En su respuesta, Aznar insistió en que la subvención se ha concedido con escrupuloso respeto a la legalidad y que, además, se ha dado "toda la información parlamentaria y se han puesto a disposición pública todos los expedientes". A partir de ahí, contraatacó afirmando que todo ello es "lo contrario" de lo que hacía el PSOE cuando gobernaba y que a los socialistas no les importa "la legalidad" sino "que se intenta manchar la reputación bien del Gobierno, bien de su presidente".

Ahí dio Aznar un paso más y aseguró: "Sería extraordinariamente fácil en este momento sacar una gran lista, un gran temario, si quiere su señoría un gran libro", sobre las acusaciones de corrupción que ha vivido el PSOE. En ese momento, una diputada socialista gritó desde el escaño: "Sácala".

El jefe del Ejecutivo replicó a los socialistas que son, en este terreno, "un manantial inagotable" y que le parece "bastante temerario" lo que han hecho, por lo que les sugirió que "hagan oposición pero que no inviten a recordar su pasado inmediato que sin duda es muy poco reconfortante y nadie puede sentirse orgulloso de él".

En ese momento el portavoz adjunto del Grupo Socialista, Luis Martínez Noval, le espetó: "Nos vamos a acordar del tuyo". Madrid había terminado su intervención diciendo que hablaba de "razones morales éticas y hasta estéticas" y que "esto no ha hecho nada más que empezar".