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Castellón presenta un plan piloto para desarrollar el distrito marítimo

María Fabra

Castellón ostenta la vicepresidencia de la Asociación Española de Ciudades de Pesca que, a partir de hoy, se reúne en Lanzarote. Durante este encuentro, se presentará una batería de propuestas encaminadas al desarrollo sociolaboral del distrito marítimo que, en el caso de la capital de La Plana, es El Grau. Una de las iniciativas más novedosas consiste en la creación de una escuela-taller del mar en la que impartirían cursos de formación profesional sobre actividades propias del entorno marítimo.

La singularidad de Castellón se centra en el alto nivel de inmigración que, según el estudio, se inició en la década de los cincuenta con la construcción del puerto de Castellón. Así, las propuestas están plasmadas en el ámbito económico, educativo, cultural y social. Además, se pretende, como idea más novedosa, la creación de una escuela-taller del mar en la que impartir cursos de formación profesional relacionados con las actividades propias del entorno marítimo que no sean desarrolladas por otros organismos. El plan piloto ha tenido como referencia un estudio sobre la evolución del personal embarcado, la procedencia familiar de la población inmigrante empadronada en El Grau, el asentamiento de esta población en el mismo distrito, así como los problemas de integración y las prestaciones económicas desarrolladas por los servicios sociales. Respecto al asentamiento de la población, el estudio indica que en la década de los cincuenta comenzaron a llegar a El Grau de Castellón trabajadores procedentes de otras localidades castellonenses como Peñíscola y Torreblanca. Oleada de inmigrantes Posteriormente, entre los setenta y ochenta, la población marítima se incrementó con la llegada de familias procedentes de Andalucía y del País Vasco. Esto se debió a la crisis que sufrió la pesca en la modalidad de cerco en aguas marroquíes y a los malos momentos por los que pasaba el sector en la zona del Cantábrico. Ya en la década de los noventa comenzaron a asentarse en El Grau trabajadores marroquíes y argelinos que, posteriormente, trasladaron a sus familias, dadas las dificultades económicas y laborales de sus países, según señala el estudio. Cada etapa ha implicado para sus afectados un problema distinto que, en los últimos años se ha acrecentado ante la necesidad de adaptarse a una cultura, costumbres, lengua y religión diferentes, todo ello unido a un bajo nivel económico. De hecho, el informe destaca la reducción de los ingresos familiares que ha sufrido el colectivo de pescadores y, como consecuencia de ello, un descenso en el número de trabajadores embarcados, también atribuible al descenso de las ventas de las capturas. Las propuestas incluidas en el plan piloto señalan la necesidad de facilitar y subvencionar el acceso a la vivienda, proporcionar ayudas para la alimentación, flexibilizar la escolarización de los niños y promover la alfabetización de los adultos, así como la enseñanza gratuita del español y valenciano. Además, el proyecto considera necesario el desarrollo de programas de prevención del alcoholismo y la drogodependencia y subraya la idoneidad de crear centros sociales y religiosos acordes con la población que reside en El Grau. El Ayuntamiento de Castellón, pese a todos los problemas descritos en el estudio, no incrementará la partida de ayudas destinadas al colectivo pesquero de El Grau, según declaró ayer el concejal José Falomir. El edil aseguró, sin embargo, que el Consistorio castellonense destinará en su próximo ejercicio presupuestario 16 millones de pesetas para la adquisición de viviendas en el distrito marítimo.

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