Siete de cada 10 granadinos que van a botellones son menores de 16 años

Una encuesta realizada por el Ayuntamiento de Granada entre 450 jóvenes, con edades comprendidas entre 16 y 34 años, refleja que sólo un 4,2% de ellos acude asiduamente a los botellones de la movida nocturna. El estudio pone de manifiesto la juventud de la movida. El 73% de los chavales que beben botellón en la calle son menores de 16 años y casi el 100% no supera los 24. Las zonas preferidas para organizarlo son Pedro Antonio de Alarcón y la plaza de Hipercor. Las bebidas más consumidas son, por este orden, la cerveza, los combinados y los refrescos sin alcohol. Entre las drogas, las más usuales son el cannabis (70%), las pastillas y la cocaína, ambas con un 8% de consumo. Los jóvenes consultados ponen de manifiesto sus preferencias por las litronas en el 52,6% de los casos, mientras que un 41% se muestra contrario a ellas. Si beben en la calle, aseguran, es por el elevado precio de las copas en los bares y porque se sienten más cómodos al aire libre. Si bien es cierto que casi todos los encuestados no disponen de más de 2.000 pesetas por noche, llama la atención el poder adquisitivo de un 18% de los jóvenes, que pueden gastar más de 5.000. Respecto a la vigilancia policial, casi el 70% de los preguntados asegura que no les molesta su presencia en los botellones, aunque sí incomoda al 11,7%. Más de la mitad de los jóvenes granadinos serían partidarios de crear una "ciudad del ocio" ubicada cerca de Hipercor o en el centro de la ciudad. El sondeo representa a una muestra de 110.000 jóvenes de Granada capital y su área metropolitana, con lo que el número de total de personas participantes en los botellones alcanzaría las 4.600, aunque los técnicos municipales reducen esta cifra a 2.500. En relación con la movida, el Ayuntamiento de Granada anunció ayer que no concederá más licencias de apertura de cafés y bares con música de bajo nivel a una distancia inferior a 75 metros de las zonas nocturnas más concurridas. La "drástica" medida se debe, según el consistorio, a la saturación acústica que sufren.