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Chamizo advierte de que las deficiencias sanitarias empujan a muchos enfermos mentales a la cárcel

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, dibujó ayer ante la Comisión de Asuntos Sociales del Parlamento un panorama extremadamente grave sobre la situación de los enfermos mentales en las cárceles andaluzas. Chamizo aseguró que la falta de atención adecuada de la red pública de Salud lleva a que los enfermos mentales más desfavorecidos derechos hacia la marginación y, en la mayoría de los casos, a las cárceles, donde hoy día penan 400 de ellos. Mientras, la policía acaba de conseguir una de sus reivindicaciones históricas: módulos para presos en 10 hospitales andaluces.

En su presentación del informe sobre los enfermos mentales, el defensor destacó el hecho de que las cárceles se están convirtiendo en un remedo de los siniestros y desaparecidos manicomios. La "institucionalización" de los enfermos mentales se produce ahora tras la comisión de delitos. En los procesos judiciales, normalmente no se descubre su patología. Según Chamizo, en esto influyen dos factores: la falta de recursos para preparar una defensa (que recae en ocupadísimos abogados de oficio) y la ocultación intencionada de la dolencia, ante la posibilidad de que la enfermedad mental se traduzca en un internamiento mayor al previsto por el delito. El nuevo Código Penal ha solucionado este problema y los enfermos mentales son encerrados en centros especializados el mismo tiempo al que fueron condenados. En la actualidad, hay cerca de 400 enfermos mentales en prisiones comunes de Andalucía. Otro centenar está en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario. Esto supone el 4,35% de los presos andaluces. Lo peor es que en muchos casos la situación de los enfermos mentales a la salida de la cárcel es dramática (sin apoyos familiares ni planes públicos de reinserción) y acaban en la cárcel de nuevo. Por otro lado, la policía andaluza ha conseguido una de sus reivindicaciones históricas para taponar la sangría de efectivos que provocaba la obligación de destinar dos agentes -10 en total para cubrir por turnos las 24 horas del día- a la custodia de cada uno de los presos enfermos que eran trasladados a hospitales. Los jefes policiales demandaban módulos especiales y blindados en los hospitales, fáciles de custodiar por un par de agentes. Hoy se abre en el hospital Infanta Elena de Huelva el primero de los diez que se van a poner en marcha de aquí a abril del año que viene. Este módulo consta de seis camas en tres habitaciones, con zona de vigilancia, acristalamiento blindado, rejería y servicios sanitarios antivandalismo. Los siguientes en abrir serán los del hospital Princesa Sofía de Jaén, Puerto Real y Punta Europa (Algeciras), Virgen Macarena y Virgen del Rocío (Sevilla) y el hospital Provincial de Almería, cada uno con cuatro camas), y los centros Reina Sofía (Córdoba), de la Victoria (Torremolinos) y San Juan de Dios (Granada), cada uno con seis camas, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía. Las plantillas policiales veían en ocasiones mermados sus efectivos en una quinta parte para custodiar a enfermos en hospitales, habitación por habitación.

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