La escasez de curas lleva a las diócesis a a reformar su actual estructura pastoral

La Iglesia vasca celebra hoy el día del Seminario en medio de una crisis de vocaciones que se prolonga desde hace varios lustros, aunque algunos consideran que ya ha tocado fondo. Los centros de formación que existen en las tres capitales albergan a sólo 42 seminaristas, doce de los cuales serán ordenados sacerdotes a lo largo del próximo año. Esta escasez de sacerdotes lleva a los responsables eclesiásticos a plantear una profunda reforma de la actual estructura pastoral, donde ya no será posible el ideal de un cura por parroquia.

En la actualidad, las tres diócesis del País Vasco cuentan con cerca de un millar de sacerdotes, muchos de los cuales se encuentran próximos a la jubilación o alejados de la actividad pastoral, dentro de un colectivo "cuya edad media ronda los sesenta años", según destaca Jesús Sánchez, formador del seminario de Bilbao. "La renovación es muy complicada y, en un plazo corto de tiempo, la diócesis se planteará una reorganización territorial", señala. "Se deben concentrar los recursos humanos en una zona", añade, "y desde allí cubrir pastoralmente una comarca que abarque varias poblaciones. De esta manera, desaparecerá "el cura de pueblo de toda la vida, tal y como lo hemos conocido", que será sustituido por un equipo de sacerdotes que desarrollen una actividad de mayor amplitud geográfica"". Jesús María Arrieta, rector del seminario de San Sebastián, reconoce que con las nuevas incorporaciones de sacerdotes jóvenes "apenas se cubren las necesidades que existen en las parroquias". "Entre jubilaciones y defunciones de sacerdotes, cada año quedan vacantes cerca de 25 plazas en nuestra provincia. Esas funciones las deben ocupar los sacerdotes que siguen en activo y que no tienen otro remedio que multiplicarse en su labor". Mayor preparación El Seminario de Vitoria ha pasado de ser un centro que en los años cincuenta contaba con cerca de mil alumnos 50 a los doce que actualmente cursan sus estudios en el enorme edificio. El año pasado desapareció el denominado seminario menor, dirigido a los estudiantes más jóvenes, y se cambió la fórmula por el denominado preseminario. Luis Ángel Ortiz de Pinedo, rector del centro, reconoce que sigue existiendo una fuerte crisis de vocaciones, pero como aspecto positivo destaca la mayor cualificación intelectual de los seminaristas actuales. "Son gente mejor preparada, con estudios superiores y en muchos casos universitarios ", indica. "Hace años provenían del medio rural en su mayoría y la vocación era menos concreta que en la actualidad". Los seminaristas permanecen seis años durante el periodo de preparación y el perfil medio que ofrecen cuando son ordenados como sacerdotes se adecúa a la realidad local. "En Vizcaya, la mitad de los estudiantes son euskaldunes y llegan con 20 años de edad media. Completan su formación previa con los estudios de Teología y algunos, antes de ordenarse, siguen unos años más estudiando otro tipo de carreras", concluye Jesús Sánchez.