Renata Scotto afirma que los cantantes son como los atletas
La soprano italiana imparte clases magistrales a jóvenes intérpretes
Renata Scotto parece estar cantando hasta cuando habla, porque la soprano de Savona (Italia) mueve las manos y la cara como si interpretara un aria. Ha venido a Madrid a impartir clases en la Escuela Reina Sofía y lo hace con la energía del que domina lo que enseña y, como dispone de poco tiempo, casi con el ritmo de una carrera olímpica. "Los cantantes somos como atletas", dice, "necesitamos administrar bien el aire".
Quizá también por eso la cantante ha recomendado a los responsables del centro docente que contraten un profesor de gimnasia para los alumnos.También cree que es importante contar con un psicólogo para formar cantantes: "Es necesario tener a alguien que te ayude a afrontar el miedo, comprender por qué se tiene y dominarlo". Pero con eso ya cuenta la Escuela. Sin embargo, lo de la gimnasia no es ninguna broma. Ella lo tiene en el Metropolitan de Nueva York, donde enseña habitualmente. "La preparación física es fundamental", asegura ella, que a la edad de "sesenta y..." todavía se sube a los escenarios a cantar ópera -"no muchas y tampoco difíciles"-, a dar recitales y a dirigir montajes.
Scotto ha llegado a la Escuela Reina Sofía, donde imparte clases habitualmente su compañero Alfredo Kraus. "Es muy importante la técnica, lo dice siempre Alfredo, por eso me gusta dar clases aquí, porque, aparte de que se selecciona muy bien a los alumnos, creo que utilizan el mejor método que existe, el mismo que nos enseñó Mercedes Llopart a él y a mí", asegura.
"Consiste en dar mucha importancia a la técnica. El talento está, pero no todo el que tiene talento puede llegar a ser buen cantante, es necesario que tenga una personalidad especial y una ambición, en el buen sentido de la palabra", añade. Y es que ella detesta a los egocéntricos, "a esos que cantan para sí mismos", dice, con un antidivismo ejemplar y que no pone de relieve el hecho de que en muchas ocasiones haya sido tratada por todo el mundo al nivel que lo fueron María Callas o Renata Tebaldi. Según Scotto, "a quien se sienta en el teatro no le interesa tu vida, si estás bien o mal, si tienes problemas con tus hijos o con tu marido, lo único que quieren es disfrutar".
Aparte de la veneración por el público, Scotto enseña en sus lecciones que es muy importante elegir un buen repertorio. "Hay que ir poco a poco, piano, piano", dice hablando en jerga. "No se puede empezar con Puccini, hay que esperar, y lo digo por experiencia, yo empecé con 19 años". Además, hay que andar con mucho cuidado. De hecho, Scotto no aconsejaría a nadie lanzarse a hacer un gran papel en un teatro importante sin experiencia. "Puede hundir tu carrera", avisa la soprano, que nunca ha tenido más de seis óperas al tiempo como repertorio, aunque, eso sí, junto a las óperas era capaz de cantar recitales de lieder, misas, oratorios... "Un cantante no debe abarcar una sola cosa, debe ser capaz de hacer de todo", asegura.
Babelia
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