El sueño de la energía por la fusión nuclear
El sueño por la energía limpia y barata, por la fusión nuclear. Jema está inmersa, desde su pequeña central en Lasarte, en los grandes proyectos de investigación científica españoles e internacionales. Junto a su labor diaria de producción más o menos estandarizada participa en proyectos excepcionales como es el ITER para realizar un gran experimento de fusión en el que participan Japón, EE UU, Rusia y la Unión Europea, un proyecto que lleva en el aire desde 1997 y se cree en el sector que el año que viene saldrá adelante. Jema opta por hacerse con la parte europea. "Es un proyecto arriesgado. Hacemos los preanálisis y un estudio de proyecto, pero puede que todo el trabajo nos lleve a que no se puede desarrollar. Se trata de experimentación", señala Carlos Aguirre, director del Grupo Jema. La fusión nada tiene que ver con la fisión, usada en las centrales nucleares, que es la generación de energía por una reacción nuclear que divide en dos el núcleo de un átomo. La fusión es el calentamiento de átomos para que se fundan generando energía, es el origen de la energía solar. Pero este proyecto no es el primero en este campo en el que ha trabajado Jema. En el Centro de Investigaciones Científicas y Medio Ambientales en Madrid se terminó en diciembre de 1997 el proyecto T-J II para realizar simulaciones de fusión, donde concursaron con varias multinacionales, y donde esperan firmar pronto la ampliación del proyecto. Este proyecto les supuso un incremento, repartido en varios ejercicios, de 1.500 millones en su facturación. Sin competencia "En este tipo de proyectos no hay competencia nacional, sólo de las multinacionales. Para lograr la adjudicación hay que demostrar una calidad y una técnica", indica Aguirre. El nivel de calidad está reconocido con la homologación de los sistemas eléctricos de Jema por parte del Euratom (Organismo Europeo de la Energía Atómica). La primera experiencia en fusión se desarrolló dentro del Centro de Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra y se puede decir que fue el primer gran éxito internacional de Jema. La empresa se presentó a un concurso para participar en el Túnel Circular de Ginebra, 27 kilómetros que unen Francia y la ciudad suiza en el que se encuentra un acelerador de partículas. Los responsables de Jema, que no ganaron el concurso, se ilusionaron tanto con el proyecto que se decidieron a hacer un prototipo. En tres meses lo tenían hecho y funcionaba. Ni cortos ni perezosos se fueron al CERN con el prototipo. El modelo gustó tanto que les ofrecieron fabricar todos los equipos de la oferta. Otro de los proyectos excepcionales que Jema ha realizado es una participación en el Canal de Experiencias Hidrodinámicas del Pardo, que no es otra cosa que una simulación artificial del mar para probar barcos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.