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Un cartera de pedidos que se agota

Manolo Velado, representante de UGT en La Naval, mira con preocupación el futuro, igual que el resto de sus compañeros en los astilleros vizcaínos. La sequía de pedidos de la empresa o las pérdidas no son las cuestiones que más preocupan a Velado, sino "la falta de un posicionamiento claro y nítido del Gobierno español". "Es lamentable que el Gobierno no tenga claro qué hacer con la construcción naval". Velado es delegado en el comité de empresa por UGT, que ocupa históricamente el primer puesto en la empresa y que recientemente acaba de ganar las elecciones sindicales, revalidando una vez más su liderazgo en la compañía. El sindicalista acusa de inoperancia al Gobierno central que, en su opinión, "no defiende suficientemente a los astilleros españoles en la Unión Europea". Las centrales han reclamado desde 1988 que pida ante Bruselas una moratoria de las ayudas, que no ha llegado. Al contrario, los Quince decidieron suspender las ayudas a la construcción naval y exigir a los países miembros que tomaran medidas para sanear sus astilleros y poder hacer frente a sus competidores asiáticos, que han copado el mercado con unos precios muy inferiores a los de las factorías europeas. El plazo para entrar en competitividad que marcó Bruselas es 1999. "En España, hemos cerrado el ejercicio de 1997 con unas pérdidas de 24.000 millones, cuando tenían que haber sido cero y este año están previstas unas pérdidas de 22.000 millones", destaca Velado. "Lo que queremos los sindicatos junto con IU y PSOE es una moratoria de las ayudas para que los astilleros europeos puedan competir en igualdad de condiciones con los asiáticos", insiste. Mientras, la falta de pedidos y una nueva reestructuración de la plantilla amenazan el futuro de los astilleros de Sestao. A partir del segundo semestre de 1999, empieza la cuenta atrás y algunos departamentos de La Naval no tendrán trabajo. En los astilleros vizcaínos se están construyendo actualmente seis barcos y el último de ellos se entregará en marzo del año 2000. A punto de terminar 1998, ningún nuevo pedido ha llegado al departamento comercial. "No es nueva la sequía de pedidos en esta empresa, pero es lamentable que ahora, que Sestao tiene los mejores ratios de productividad de todos los astilleros españoles, la falta de trabajo pone en riesgo nuestro futuro", opina Velado. Especialización y gas "Dependes del producto exterior. Hasta 1995 se contrataba por debajo del coste, sin beneficios. Ahora, sin embargo, estamos en precio y beneficio", asegura Pedro Rodríguez, responsable de la sección sindical de Comisiones. Pero esta situación, pese a lo que podría parecer, no es buena. Este año se cierra de acuerdo con los objetivos, sin embargo, el año que viene y con sólo tres buques en las gradas, la cosa no va dar mucho de sí. "Si no entran más buques tendremos ocupada a la plantilla sólo hasta junio". Los sindicatos y la empresa confían en la especialización y en el proyecto de planta regasificadora, impulsado por el Gobierno vasco, Repsol, Amoco e Iberdrola en el puerto de Bilbao. Todos esperan que los barcos que se necesitan para traer el gas desde América se construyan en La Naval. De momento es sólo una esperanza. A su favor, cuentan con la especialización de los últimos años. "Este astillero juega a su favor con que tiene un nivel por encima de la media. La cultura industrial de la Margen Izquierda es diferente y se nota. Aquí se ha apostado por la tecnología", afirma Álvaro Agosti, ingeniero de producción en La Naval.

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