Tapices, carruajes y arte palatino de calidad plural, en los depósitos

De medrar el proyecto del futuro museo albergaría arte suntuario, señaladamente decorativo. De sus muros colgaría buena parte de la Colección Real de Tapices, de más de tres mil unidades, considerada como una de las más completas del mundo, con la francesa del Mobiliario Nacional y la procedente de los antiguos palacios reales iraníes. El sector del museo dedicado a los tapices ocuparía la superficie principal, unos 9.500 metros cuadrados. Asimismo, en otras estancias, se exhibirían la colección de carruajes, que data del siglo XVI, y la de vehículos históricos de motor, con centenar y medio de piezas menores, cien carrozas de tiro y una veintena de automóviles. El recinto que los alojaba hasta ahora, en el área del Campo del Moro, ha sufrido unas humedades incontrolables que amenazaban dañarlos de forma irreversible, según Patrimonio. El nuevo espacio sería algo inferior al dedicado a los tapices, de unos 8.000 metros cuadrados.

Cristal y porcelana

Del mismo modo, el futuro museo incluiría buena parte de los 15.000 objetos de arte sacro almacenados; piezas de cristal y porcelana, hasta 50.000 unidades; 800 piezas de platería, 600 abanicos, 500 relojes en uso, más de 20.000 planos y hasta 60.000 fotografías de época. El espacio para las artes palatinas sería de unos 7.000 metros cuadrados. A ello habría que añadir los accesos, servicios y estacionamiento, además de las conexiones entre palacio y museo.No todo lo depositado en los sótanos de palacio supera los cánones de calidad exigibles para la exhibición pública, según algunos conservadores. Muchos objetos de este patrimonio decoran ya el interior de sus estancias, pero esa vía no es suficiente para dar salida a lo acumulado. Los pisos altos de palacio han sido descartados como eventuales vectores de expansión, porque sus dimensiones decrecientes, sobre todo la altura, y la función domiciliar a la que fueron dedicadas invalidan su conversión.

Con forma de una gran ele, se persigue que el museo ocupe dos tramos continuados, uno longitudinal, de unos 160 metros de extensión y trece de profundidad sobre la explanada entre la plaza de la Armería y la catedral de la Almudena, desde la calle de Bailén hasta la estatua de Felipe II, casi abalconada sobre el Campo del Moro, y otro transversal en codo, de unos 125 metros, desde el término de la anterior, con una posible salida hasta la cuesta de la Vega.

Desde el codo, los primeros 70 metros aproximadamente mantendrían los 13 metros de profundidad y el resto tendrá 26 metros de hondura, hasta la base en ese lugar del Campo del Moro.