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Jordi Pujol reclama más competencias para el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña El presidente asegura que esta reivindicación ya ha sido planteada a José María Aznar

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reclamó ayer en Lleida más autonomía judicial para Cataluña y propuso que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se convierta en la última instancia en diversos ámbitos del derecho y que asuma parte de las competencias gubernativas que ahora corresponden al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces. Pujol explicó que esas reivindicaciones han sido ya planteadas formalmente al Gobierno que preside José María Aznar y al CGPJ.

Las reivindicaciones autonomistas que ayer planteó Jordi Pujol han sido expuestas en las últimas semanas y en diversos foros por la consejera de Justicia de la Generalitat, Núria de Gispert, aunque ésta ha ido incluso más allá y ha reclamado un poder judicial autónomo para Cataluña. El presidente del TSJC, Guillem Vidal, también se ha mostrado reiteradamente a favor de incrementar las competencias del TSJC, e incluso que puedan recurrirse ante este tribunal, con muy poco volumen de trabajo, algunas cuestiones en las que actualmente no cabe el recurso de casación. Durante la colocación de la primera piedra del edificio que acogerá la Audiencia de Lleida Pujol, se refirió a la Administración de justicia como un factor esencial para el buen funcionamiento de una sociedad y afirmó que la Generalitat ha planteado al Gobierno central la necesidad de dotar a Cataluña de mayor autonomía judicial. La mejor manera de satisfacer esa aspiración sería, en opinión de Pujol, que el Tribunal Superior de Justicia tuviera las máximas competencias jurisdiccionales y pudiera decidir sobre determinadas materias. El presidente de la Generalitat aseguró, refiriéndose a la justicia: "Históricamente no ha sido bien atendida por las administraciones y a nosotros nos conviene mucho en este momento, en que la democracia está consolidada y podemos disfrutar de cierto nivel de autogobierno, acabar de arreglar el asunto de la justicia, que muchas veces no ha funcionado por falta de medios y de atención". En ese marco situó sus reivindicaciones para aumentar las competencias del TSJC y la descentralización del Consejo General del Poder Judicial. Pujol puso como ejemplo de la contribución del Gobierno catalán a la mejora de la Administración de justicia la renovación de la totalidad de los edificios judiciales de Cataluña, en la que se ha invertido unos 14.000 millones de pesetas en las dos últimas legislaturas, y el programa de informatización integral de las oficinas judiciales, cuya ejecución no se ha completado todavía. Desconocer la realidad Sin embargo, el presidente catalán constató un déficit en el conocimiento de la realidad y de la cultura catalana por parte de muchos miembros de la carrera judicial. "La Administración de justicia", aseguró Pujol, "es uno de los campos en los que el uso del catalán se ha recuperado menos y eso se debe a la movilidad de los jueces y fiscales. Pasan poco tiempo aquí y no pueden echar raíces". Según Pujol, eso provoca "que haya poco conocimiento de la lengua, del derecho civil catalán y de la realidad catalana. No es culpa de ellos, sino de las circunstancias". En este sentido, Pujol explicó: "Una de las cosas que hemos hecho para luchar contra eso ha sido procurar que el conocimiento de la lengua y del derecho civil tenga una alta valoración en los concursos de traslados, de manera que para venir a Cataluña se valore mucho ese aspecto". Actualmente se premian con años de antigüedad esos conocimientos, pero el reglamento que lo regula está recurrido ante el Tribunal Supremo, que ya anuló hace años otro reglamento en idéntico sentido. En este marco, Pujol defendió la instalación de la Escuela Judicial en Vallvidrera como un elemento clave en la formación de los jueces. El centro depende del CGPJ, pero la Generalitat facilitó el equipamiento para construirlo. "Desde el punto de vista del conocimiento de la realidad, de la sensibilidad, de la lengua y del derecho catalán, se producen en el conjunto del cuerpo judicial español ciertas carencias de conocimientos y de sensibilidades que tienen una influencia negativa en la Administración de justicia de Cataluña", aseguró el presidente de la Generalitat. En su opinión, la instalación de la Escuela Judicial podía ayudar a superar esta situación. "Siempre hemos creído que, con vistas a la imagen que nos conviene que Cataluña tenga en el resto de España, es bueno que la gente nos conozca directamente y no a través de las tertulias radiofónicas o de los editoriales de determinados diarios".

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