_
_
_
_

El director de la prisión de Tejas se declara "aliviado" por la muerte del preso fugado

, Cientos de policías fracasaron en su intento de capturar "vivo o muerto" a Martin Gurule, el preso de 29 años que se fugó el viernes de la semana pasada de una prisión de Tejas en la que esperaba la fecha de su ejecución. El cuerpo de Gurule apareció flotando en un río a apenas seis kilómetros de la prisión de Huntsville, de la que se escapó junto a varios compañeros que ya habían sido capturados. El director del centro penitenciario, Gary Johnson, no dudó en afirmar que la noticia de la muerte de Gurule le producía "alivio".

Fueron dos pescadores los que hallaron de manera fortuita el cadáver del recluso, que posiblemente murió ahogado el mismo día de la fuga. El cadáver de Gurule estaba tan hinchado "que fue difícil meterlo en la bolsa forense", dijo el portavoz de la prisión de Huntsville, Larry Fitzgerald. Según Johnson, el preso fugado "suponía un riesgo público potencial, y ahora ese riesgo ya no existe". Los responsables de la operación de búsqueda ya advirtieron hace unos días que su misión era capturar a Gurule "vivo o muerto", y que les era indiferente en cuál de esas dos formas el recluso regresaba a la prisión.Martin Gurule había escapado una semana antes del corredor de la muerte en el que esperaba su fecha de ejecución. Él y otros seis compañeros de prisión cortaron una alambrada del patio y se escondieron en el tejado de uno de los edificios del centro. Antes habían dejado las almohadas metidas dentro de las camas de sus celdas para simular que estaban durmiendo.

En la medianoche del jueves al viernes -aprovechando que había habido una cena especial por ser el Día de Acción de Gracias-, los siete reclusos atravesaron una explanada camino de las verjas que separan la prisión del bosque que la rodea. En esa carrera fueron detectados desde los puestos de vigía de la prisión; los guardas comenzaron a disparar y de inmediato seis reclusos se rindieron. Gurule, sin embargo, siguió corriendo y consiguió saltar al exterior por encima de las verjas de alambre. Su cadáver todavía tenía atados unos cartones que usó para proteger el pecho y la espalda de los pinchos de las alambradas. Aun así, la policía ha asegurado que el cuerpo del recluso estaba manchado de sangre; todavía no se ha confirmado si la sangre pertenece a las heridas de la fuga o si Gurule recibió algún impacto de bala en el momento de su escapada.

Varios centenares de policías y decenas de perros habían buscado sin éxito al fugado; el bosque que rodea la cárcel está plagado de serpientes. El cadáver de Gurule apareció a última hora del jueves flotando en el río Trinity, en el que dos guardas pescaban en su día libre. Las huellas dactilares confirmaron que se trataba del preso fugado.

La prisión de Ellis, en la que Gurule estaba recluido, está situada a 20 kilómetros de la ciudad tejana de Huntsville. Entre los 2.300 reclusos confinados en Ellis, se encuentran los 453 condenados a muerte que esperan fecha de ejecución en el Estado de Tejas. Hay que remontarse a 1934 para encontrar una fuga como la de Gurule. En aquella ocasión fue un miembro de la banda de Bonnie y Clyde el que logró fugarse del corredor de la muerte en Tejas.

Gurule había sido condenado a la pena de muerte en 1992 por un doble asesinato. Entró armado a robar en un restaurante de la ciudad de Corpus Christi y mató al dueño y a un cocinero. Todavía esperaba una fecha para su ejecución.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_