_
_
_
_

El Congreso de Brasil 'tumba' la reforma de la Seguridad Social

Juan Arias

El Congreso brasileño rechazó ayer la primera fase de la reforma fiscal del Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, que obliga por primera vez a pagar impuestos a los jubilados y pensionistas y aumenta un 9% la contribución de los empleados públicos a Hacienda. La derrota se produce sólo unas horas después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobara una primera ayuda de 760.000 millones de pesetas a Brasil. El proyecto fue rechazado con 205 votos en contra y 187 a favor.

Lo que más ha dolido al Ejecutivo de Fernando Henrique Cardoso es que fue traicionado por muchos de los congresistas de los mismos partidos que forman la coalición de Gobierno. Votaron en contra, incluso, diputados que "nunca habían traicionado al presidente". Concretamente, 25 diputados del partido del presidente, el PSDB, le negaron el voto.El proyecto con el que Cardoso quería ahorrar 4.900 millones de reales (583.100 millones de pesetas) del gasto público -sólo una parte de los 28.000 millones (3,3 billones de pesetas) de toda la reforma- fue derrotado por 205 votos en contra frente a 187 a favor. La derrota fue más significativa por el hecho de que el Gobierno había hecho ya grandes concesiones en vísperas del voto, por ejemplo, dejando exentos de contribución a los jubilados y pensionistas que ganaran menos de 500 reales (unas 60.000 pesetas).

La oposición de la izquierda subrayó ayer que el error del Gobierno ha sido querer hacer una reforma fiscal "penalizando a las viudas", mientras que el Gobierno culpa de la derrota a los grupos de presión de los empleados públicos.

El proyecto rechazado ya no podrá ser presentado hasta el año que viene cuando se asiente el nuevo Parlamento salido de las elecciones, ya que según la Constitución un proyecto de ley no puede ser presentado dos veces en la misma legislatura. El Gobierno ha amenazado con resarcirse de esa derrota no bajando los intereses, que es lo que podría frenar el paro.

Sesión borrascosa

El revolcón sufrido en el Parlamento por el Gobierno de Cardoso, tras una sesión borrascosa que tuvo que ser suspendida durante una hora, podría además tener efectos psicológicos negativos tanto a nivel internacional como nacional. El enfado del presidente Cardoso ante la derrota ha sido emblemático ya que afirmó que es vergonzoso que el Congreso vote contra una reforma fiscal el mismo día en el que Brasil recibía una importante ayuda económica de la comunidad internacional para salir de la crisis. Se sabe que las medidas, incluso impopulares, tomadas por el Gobierno estaban empujadas por el FMI.A nivel nacional, la derrota de las primeras medidas fiscales podría tener también consecuencias psicológicas, ya que ahora las otras categorías que se ven afectadas por el nuevo rigor fiscal podrían forzar, a través de los grupos de presión de los diputados, para que tampoco se aprueben las medidas que les atañen. Es el caso de los propietarios rurales y de los miles de asociaciones consideradas hasta ahora filantrópicas y que tendrán que pagar a Hacienda por vez primera.

El miedo del Gobierno es que toda la reforma fiscal pueda acabar en agua de borrajas.Sin embargo, el FMI no ha hecho ninguna declaración al respecto y sigue vigente, por el momento, que el organismo pondrá a disposición de Brasil el segundo tramo de ayudas -por valor de 643.500 millones de pesetas- en febrero del próximo año, aunque puede adelantarlo a petición del Gobierno brasileño. Las restantes entregas, hasta completar el fondo de ayuda de 42.000 millones de dólares (unos 6 billones de pesetas), deberán ser aprobadas durante 1999.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_