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La Fundación Tàpies repasa la trayectoria de Chris Marker

El veterano cineasta experimental Chris Marker, de 77 años, ha estado en sintonía con el avance de los tiempos y en los años ochenta se interesó por el uso de las nuevas tecnologías. Los ordenadores y los nuevos soportes como el CD-Rom le abrieron un nuevo abanico de posibilidades para trabajar el tema que ha motivado la mayoría de sus obras: la memoria. En la Fundación Tàpies, hasta el 24 de enero, pueden verse tres instalaciones multimedia de Marker y un ciclo de filmes realizados entre 1962 y 1996. Nuria Enguita, conservadora-jefe del centro, que ha dirigido este proyecto, definió a Chris Marker como "cineasta, escritor, fotógrafo y viajero", porque muchas de sus películas han sido relatos de sus viajes, reflexiones de sus vivencias e indagaciones sobre el pasado. Marker en definitiva ha trabajado siempre con el gran caudal de experiencias propias y arrebatadas a todos aquellos que ha encontrado a su paso. Por eso no es extraño que la interactividad que proporcionan las nuevas tecnologías le haya fascinado. En la exposición, el visitante puede utilizar un ordenador en el que está cargado el CD-Rom Immemory (1997), un producto pensado inicialmente para su salida comercial pero al que Marker, en su afán perfeccionista, no ha dado todavía el visto bueno. En Immemory uno puede viajar por todos los rincones de las fijaciones personales de Marker: fragmentos de las películas que le cautivaron, las obras de arte que le fascinaron, sus personajes preferidos, pero todo ello sin afán sacralizador, ya que una de las opciones es cambiarle la sonrisa a la Mona Lisa. Zona de zapeo Otra de las instalaciones de la exhibición es Zapping Zone (1990-1997), en donde en una sala poco iluminada y tras pasar unas cortinas que asemejan a las de las salas de cine, el espectador se encuentra con un habitáculo lleno de monitores que emiten distintos programas. La realidad cotidiana del visionado de la televisión expresada en toda su dimensión. Otra de las piezas de planteamiento avanzado que presenta la exposición es Roseware, una instalación interactiva que permite la incorporación de datos aportados por el público. Para saborear la obra más clásica del cineasta, la Fundación Tàpies ha programado un ciclo de películas en el que se incluye por deseo de Marker el Tríptico elemental de España, del cineasta experimental español José Val del Omar. Esta trilogía está formada por las películas Acariño galaico (de barro), Fuego en Castilla y Aguaespejo granadino. Entre las películas de Marker que se proyectarán en el ciclo, se encuentran La jetée (1962), On vous parle de Prague: Le deuxième procès d"Artur London (1969); L"ambassade (1973); La solitude du chanteur de fond (Portrait d"Yves Montand) (1974); Mémories pour Simone (1985), sobre Simone Signoret, y Level Five (1996).

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