32.000 rusos han muerto este año por consumir vodka adulterado
Una quinta parte de la población es víctima del alcoholismo
El consumo de alcoholes adulterados ha segado la vida de decenas de miles de rusos este año y se ha convertido en una "catástrofe nacional", según denunció ayer un grupo de diputados y médicos en Moscú. Según fuentes médicas, en lo que va de año han muerto por intoxicación con alcoholes falsos o adulterados unos 32.000 rusos, frente a los 25.000 fallecimientos registrados en 1997, aunque el Ministerio de Interior cifró los muertos el año pasado en unas 44.000 personas.
Según fuentes oficiales, en Rusia hay unos treinta millones de alcohólicos, una quinta parte de la población total. Legisladores y médicos precisaron que el 80% del alcohol que se consume en Rusia son bebidas fuertes. El consumo de vino sólo es un 6% del total. Estos porcentajes son una "anomalía" en comparación con las medias de consumo mundiales, afirman los expertos. Estas fuentes denuncian que el vodka falso y el de contrabando constituyen dos tercios del que se consume en el país. En 1997 se consumieron 250 millones de decalitros, mientras la producción legal fue de sólo 86,6 millones y las importaciones oficiales sumaron 0,4 millones de decalitros, por lo que el 65% del alcohol consumido fue falso y de contrabando.El Ministerio de Economía calcula que las mafias del alcohol movieron en Rusia el año pasado unos 25.000 millones de rublos (unos 600.000 millones de pesetas), por los que no se pagó ningún impuesto.
El gobierno de Rusia, que afronta la tarea de sacar el país de una grave crisis económica, financiera y social y llenar, cueste lo que cueste, las arcas vacías del Estado, decretó hace un mes un estricto control sobre la producción y venta de alcohol. De esta forma, el gabinete de Yevgueni Primakov dio un paso decisivo y declaró una lucha sin cuartel a la fabricación y venta de alcohol falso, algo que habían prometido, sin cumplir, gobiernos anteriores.
El Ejecutivo pretende poner orden en el sector para llenar las arcas públicas con ayuda del vodka, que en la Unión Soviética fue una de las mayores fuentes de ingresos para el Estado, así como evitar las "bajas" que el alcohol adulterado se cobra entre la población.
Los alcoholes falsos "se cobran más víctimas que las guerras", comentó Primakov al explicar las medidas de su gabinete ante el Senado. Una de las medidas decretadas para combatir el negocio ilícito es prohibir la venta de vodka a un precio inferior al estatal, unos 25 rublos (unas 225 pesetas) por una botella de medio litro. El alcohol falso, a pesar de ello, inunda mercadillos y quioscos.
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