Juicio en EE UU a un hombre que inyectó a su hijo sangre con sida
Un hombre acusado de haber inyectado a propósito sangre infectada con sida a su hijo de 11 meses se somete a juicio estos días en Saint Charles (Misuri, EE UU). Según declaró ayer la madre del niño ante el tribunal, el acusado, llamado Brian Stewart, le dijo poco después de administrar la inyección que el niño estaba enfermo y no merecía la pena mantenerlo.Seis meses después, Stewart dijo a la madre, que entonces era su novia, que no tenía por qué pasarle una pensión por el niño. "Simplemente, sé que el niño nunca cumplirá los cinco años", dijo Stewart a modo de justificación, siempre según la versión de su ex novia.
El niño tiene ahora siete años. El sida se le diagnosticó al cumplir cinco, y actualmente se halla en la fase aguda de la enfermedad. Se mantiene vivo gracias a la más poderosa combinación de fármacos que existe actualmente, que debe tomar de forma continua, según afirmó ante el tribunal el fiscal, Ross Buehler.
La madre, que rompió a llorar varias veces durante la vista, testificó que Stewart la había amenazado una vez con una jeringuilla, mientras aseguraba que él podía infectar a quien quisiera, y que el contagiado nunca sabría lo que tenía ni cómo lo había contraído. "Me dijo que tenía el poder de destruir la vida de todo aquel que jugara con él", añadió la madre, que sólo ha sido identificada como Jennifer.
Los acusadores aducen que Stewart, de 32 años, que trabajaba en la época como asistente de hospital encargado de extraer sangre a los pacientes, inyectó el material infectado a su hijo en febrero de 1992, con intención de matarle y con el fin de evitar el pago de la pensión a la madre. Si resulta condenado, la sentencia sería de entre 10 y 30 años.
Abuso sexual
En la apertura del juicio, el miércoles de la semana pasada, el abogado de Stewart, Joseph Murphy, dijo que pretendía probar que el niño podía haber contraído la enfermedad de cualquiera de los drogadictos intravenosos que aparecían por la casa de la madre de vez en cuando. También subrayó al jurado que "el abuso sexual no ha sido descartado" como posible causa del contagio.Pero el fiscal Buehler replicó que las 23 personas con las que el niño había tenido contacto antes de que el sida le fuera diagnosticado en 1996 habían dado todas negativo en las pruebas para detectar el virus. La madre dijo en su testimonio que, en la época del suceso, el niño estaba a punto de ser dado de alta después de cuatro días de tratamiento por asma cuando Stewart, al que no había visto por algún tiempo, se presentó de repente en la habitación hospitalaria del niño vestido con su bata de laboratorio, en la que a menudo guardaba agujas y jeringuillas. Ella dejó la habitación durante 20 minutos para tomar un refresco y, al volver, encontró al niño llorando en brazos del hombre.
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