La justicia de Tejas promete capturar al preso fugado "vivo o muerto"

Martin Edward Gurule regresará a la prisión tejana de Ellis vivo o muerto. Así, empleando el estilo del salvaje oeste, vigente todavía en el Estado de la Estrella Solitaria, lo ha prometido Allan Polunsky, presidente del comité de Justicia Criminal de Tejas. "Quiero asegurar al pueblo de Tejas que devolveremos a la prisión a este fugitivo", dijo en la noche del martes. "Lo devolveremos vivo o muerto. En mi opinión, no hay la menor diferencia entre una y otra cosa".

Gurule es el condenado que, el pasado fin de semana, cuando EEUU celebraba la festividad de Acción de Gracias, se escapó del corredor de la muerte de Ellis, la prisión próxima a Huntsville, a unos 120 kilómetros al norte de Houston. Este mes, el Estado de Tejas tiene previsto ejecutar en ese mismo centro a seis reclusos.Gurule, de 29 años, esperaba su cita con el verdugo como responsable de un doble asesinato. Ocurrió durante el atraco a un restaurante en Corpus Christi en 1992, que protagonizó con su novia de entonces, condenada a 25 años de cárcel. Gurule abatió al propietario y al cocinero de sendos tiros en la cabeza con una pistola del calibre 10 milímetros.

Con Gurule se evadieron otros seis condenados a muerte que pronto fueron capturados. A las ocho de la noche del día de Acción de Gracias, los fugitivos colocaron ropas y papeles en sus lechos para simular que estaban ocupados, se encaminaron al patio de recreo, cortaron allí la barrera de alambre de espino, pasaron a un patio contiguo, escalaron tres pisos, se escondieron durante varias horas en el techo y, ya bien entrada la noche, saltaron. Habían pintado con tinta sus uniformes blancos para camuflarse mejor. La caza al hombre continuaba ayer en Tejas por sexto día consecutivo. Las autoridades seguían convencidas de que Gurule no podía andar lejos. Creían que desde su fuga, la primera de un condenado a muerte en una prisión tejana desde la protagonizada hace 64 años por unos miembros de la banda de Bonnie y Clyde, debe sobrevivir como un animal acorralado en la zona de pinos y matorrales, infestada de serpientes.

El corredor de la muerte de Ellis, con 447 inquilinos, es el más poblado de EE UU. Gurule estaba considerado un recluso "modelo", por lo que, como otros 150 en su misma categoría, podía salir de su celda, visitar a sus compañeros y disfrutar hasta las 10 de la noche de las instalaciones recreativas. De esas circunstancias se aprovechó para escaparse. Polunsky informó ayer que el Estado de Tejas ha suspendido los privilegios de los reclusos modelos.