Juan Antonio Samaranch ingresa como académico honorario en Bellas Artes
Su discurso versó sobre la relación entre "El olimpismo y las artes"
Juan Antonio Samaranch, marqués de Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, ingresó ayer como académico honorario en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en una sesión pública y solemne presidida por los Reyes. El nuevo académico dedicó su discurso a las relaciones entre el olimpismo y las artes, siendo contestado en nombre de la corporación por el académico José Ángel Sánchez Asiaín.
El olimpismo como historia, arte, arquitectura, diseño y literatura fueron aspectos desarrollados por Juan Antonio Samaranch en su discurso de ingreso como académico honorario de Bellas Artes. "En función de un apasionado interés por el arte han de interpretarse mis actuaciones al frente de las diversas instituciones que he tenido el honor de dirigir". Se refirió en concreto a su paso por la Delegación Nacional de Deportes, a finales de los sesenta, con la Bienal del Deporte en las Bellas Artes; como presidente de la Diputación de Barcelona y la actual presidencia de La Caixa, con las colecciones de arte, y del Comité Olímpico Internacional, desde 1980, con la creación del Museo Olímpico en Lausana y el desarrollo de las olimpiadas culturales.Sobre el olimpismo y las artes a través de la historia dijo que era un tema que ha estudiado "con curiosidad intelectual y pasión estética", al afirmar que el olimpismo moderno ha influido en la cultura artística de nuestra época.
"El ideal olímpico encarna una actitud espiritual y ética que, más allá de las diferencias de raza, cultura, lengua o religión, une a los hombres en la aspiración de un bien común", dijo, antes de señalar que en la actualidad representa una fuente de inspiración de la literatura y las artes, "un potente estímulo para la creación arquitectónica y el diseño y un catalizador del urbanismo y de las tecnologías de la comunicación".
Los 3.000 años de los juegos olímpicos fueron seguidos por el nuevo académico a través de los periodos históricos y sus representaciones artísticas, hasta llegar al proyecto de Coubertin, basado en un doble ideario educativo y artístico, y la creación en 1894 del Comité Internacional Olímpico.
Sobre el Museo Olímpico de Lausana dijo que quiere ser un testimonio de la historia y el ideal olímpico, y de su relación con el arte como centro de estudios sobre el olimpismo y espacio para presentar exposiciones temporales.
En su contestación, José Ángel Sánchez Asiaín, presidente de la Fundación BBV, afirmó que el nuevo académico -a quien llamó ciudadano del mundo por cultura y por vocación- "ha sabido y logrado impulsar una sorprendente y pacífica revolución olímpica mundial. La gestación de ese proceso nace de una vocación deportiva de alto componente estético, discreta y prudente pero firme; nace de la voluntad de un hombre sencillo pero convencido de su responsabilidad para llevar a feliz puerto un desafío deportivo".
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