Tercera cita en Cibeles
La afición se lanzó a la fiesta que proseguirá hoy a las 21.30 horas
La plaza de Cibeles comenzó a recibir hinchas tan sólo unos minutos después de que Raúl marcara el gol que coronó al Madrid como campeón de América y Europa. El recinto donde tradicionalmente se celebran las victorias madridistas reunió ayer a unos 1.500 aficionados y se espera que hoy se repita el ritual, aunque con mayor concurrencia, para recibir al equipo y los directivos, que se espera que lleguen a la plaza de Cibeles a las 21.30 procedentes del aeropuerto de Barajas.El helicóptero de la Policía Nacional que ayer sobrevoló la Cibeles registró algo más de 1.000 aficionados madridistas, a las dos de la tarde. Para entonces el Madrid festejaba en la media noche de Tokio con la Copa Intercontinental virtualmente en sus vitrinas. En Madrid los cantos de los hinchas se dirigían hacia Raúl, hacia Mijatovic -marcaron dos goles decisivos- y hacia "la dictadura del Madrid".
La policía valló el círculo de flores que rodea la fuente y recondujo el tráfico para que los cientos de coches que convergían en la plaza a golpe de bocina y agitando banderas blancas no se entretuvieran dando vueltas en círculo. Y lo consiguieron: el atasco no se produjo.
La multitud se dividió en tres grupos -uno en la esquina del palacio de Linares, otro en el paseo del Prado y otro frente al edificio de La Marina- y se hizo más manejable para los 100 agentes de Policía Municipal y Nacional emplazados en el lugar con el apoyo de 22 furgonetas y cuatro coches del Samur. Aunque los forofos intentaron taponar la calle de Alcalá, el festejo discurrió sin mayores incidentes, lejos de aquél que en mayo último reunió a más de 50.000 personas, tras el partido que proclamó al Real Madrid campeón de Europa por séptima vez, y desencadenó disturbios con un resultado de 100 heridos y un policía nacional ingresado con un severo traumatismo testicular.
El millar y medio de madridistas reunidos ayer eran en su mayoría estudiantes, con excepciones, como la del desterrado directivo Francisco Bustos, asomando entre los chavales a la salida del colegio. Tras los cánticos, las bombas de estruendo y las bengalas, la inminencia del almuerzo se encargó de desmovilizar la concentración y la bulla.
Esta tarde se espera que se reproduzca la liturgia bajo la tutela de la delegación del Gobierno de Madrid. Los jugadores y la directiva llegarán a Barajas a las 20.30 procedentes de Tokio. A pie de pista los esperará un autobús que los trasladará directamente a la carretera A-10, sin pasar por el recinto del aeropuerto, y secundados por un despliegue de 1.000 agentes de las fuerzas del orden (entre 700 policías nacionales, 250 municipales y 10 guardias civiles) y 50 empleados del Samur.
La comitiva se encaminará hacia plaza de Castilla, enfilará por la Castellana en dirección a Colón y culminará el trayecto en Cibeles cerca de las 21.30, según el horario previsto. La delegación del Gobierno no descarta modificaciones de última hora.
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