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"El "blues" es un punto de partida"

Esta noche se presenta en un local madrileño el primer disco de Red House, proyecto estable en el que coinciden dos históricos del rock and roll madrileño: el guitarrista Francisco Simón, al que toda España puede ver cada domingo junto al maestro Reverendo en el programa de televisión Caiga quien caiga, y Jeff Spinoza, cantante norteamericano afincado hace muchos años en nuestro país.Ambos músicos se conocieron hace unos doce años en una interesante y multinacional formación de rock llamada Flying Gallardos, establecida en Madrid. Con aquel grupo llegaron a grabar algunos discos llenos de un country-rock de lo más lúdico y a realizar giras por toda la geografía española.

La falta de un horizonte económico claro les hizo enrolarse en otras aventuras, y así, Simón tocó con Duncan Dhu y Miguel Ríos, mientras Spinoza escribió canciones y puso sus cuerdas vocales al servicio del bluesman español Javier Vargas en la banda de éste. Spinoza recuerda: "Ambos seguimos trabajando juntos de forma esporádica en un proyecto anterior llamado Booggie Children, en el que ya tocábamos más o menos lo que en Red House: blues y rhythm and blues con algunos toques funky".

Según sus autores, el disco es una especie de homenaje a toda la música que ambos han defendido en directo a lo largo de todos estos años: "Después de tocar música así por puro placer en infinidad de bares, la gente siempre nos preguntaba: "¿Por qué no hacéis un disco?". Nos dimos cuenta de que estaría bien grabar lo que ha sido nuestra trayectoria por el country, el blues, el rhythm and blues, el latino, etcétera". De este modo, el dúo se aprestó a componer material propio y realizó una selección de material clásico que, sin embargo, sonaba lo suficientemente variado: "En el disco hay canciones que suenan a J.J. Cale o ZZ Top, Jimmy Vaughn, etcétera. También hay acercamientos al latin-jazz en un par de temas e incluso canciones de guitarras más crudas que rozan los ambientes más rockeros. Este compacto, por ser el primero que editamos con este nombre, lo hemos enfocado a hacernos un pequeño hueco en el mercado. Por eso quisimos que fuese un poco más abierto. Ya veremos a partir del segundo, para el que ya tenemos un montón de cosas compuestas".

No obstante, sí hay un denominador común en la mayor parte de las composiciones del álbum: el sentimiento que parte del blues y se adueña de electrizantes canciones como Oh Wee, Hooked on the road o The son of Anthony Quinn. Pero el dúo es consciente de su voluntad de crossover: "Nuestro disco no es exactamente de blues muy purista. Por ponerte un ejemplo, seguramente, si lo escucha Ñaco Goñi, que es superortodoxo, diría que somos unos moñas. El blues es, más que nada, un punto de partida".

Precisamente, el prestigioso intérprete de armónica de blues ha intervenido en el álbum, junto a una pléyade de intérpretes que suponen el Olimpo del blues en España: Pedro Barceló, en la batería; Sheila Cuffy y Velma Frank, en las voces, o el actual cantante de la Vargas Blues Band, Bobby Alexander; Alfonso Pérez, actual teclista de Alejandro Sanz; Ramón Arroyo, de Los Secretos, o el armónica Antonio Serrano, entre otros.

Un proyecto serio

Francisco Simón y Jeff Spinoza gustan de considerar en la actualidad a Red House no como un entretenimiento o grupo hobby, sino como un proyecto absolutamente prioritario dentro de las naturales estrecheces que imponen los márgenes del mercado del blues o el rock latino en España: "Hay un mercado en España para este tipo de música. Es un mercado pequeño, pero muy fiel y entendido". De hecho, el grupo no descarta hacer una presentación posterior en uno de los templos del blues de Madrid: el colegio mayor San Juan Evangelista.Ambos músicos coinciden en que "ése sería un sitio perfecto para hacer una presentación junto a los músicos que lo han grabado".

En cuanto a si Red House recupera el viejo espíritu de los Flying Gallardos, Simón se expresa de modo realista: "Han pasado muchos años, hemos ido acumulando experiencias nuevas y, para explicarlo en plan musical, se han ido complicando las armonías. Ahora, siempre tratamos de ir un paso más allá. Probablemente nos vayamos complicando la vida musicalmente en cada disco que hagamos. No nos gusta quedarnos parados. Por ejemplo, ya estamos incorporando ritmos hip-hop a nuevas canciones, y lo cierto es que quedan muy bien".

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