Enresa niega todo tipo de responsabilidad en los casos de cáncer por uranio en Jaén

,La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha salido al paso de la demanda interpuesta por los trabajadores de la Fábrica de Uranio de Andújar (FUA) para indicar que no tiene "absolutamente ninguna responsabilidad laboral ni administrativa ni de ningún otro tipo" en los casos de cáncer detectados entre los empleados . La empresa subraya que la factoría de Andújar (Jaén) dejó de funcionar tres años antes de que Enresa se constituyera.

La FUA estuvo abierta entre 1959 y 1981, mientras que el parlamento aprobó la creación de Enresa en 1984. Por esta razón, la empresa de residuos radiactivos insiste en que no puede ser vinculada "a la problemática manifestada ante los medios de comunicación por los ex trabajadores de la antigua FUA". Un grupo de antiguos empleados de la desaparecida fábrica de uranio presentó la pasada semana una demanda contra Enresa con la que exigen a esta entidad indemnizaciones y el reconocimiento como enfermedad laboral de las afecciones derivadas de los años que estuvieron expuestos a las radiaciones de uranio sin contar con las medidas de seguridad suficientes. Sospecha De los 76 trabajadores de la fábrica, en la actualidad sobreviven 51, y 22 murieron a causa del cáncer a temprana edad. La demanda de los trabajadores se justifica con un informe médico, firmado por el facultativo Diego Martínez de la Concha, del hospital Reina Sofía de Córdoba, en el que se especifica que existe un "alto grado de sospecha" sobre la influencia de las emisiones radiactivas en la producción de tumores y afecciones detectadas en el colectivo. Para la empresa de residuos radiactivos, no cabe que se le soliciten responsabilidades porque, en caso de que se probaran, no serían de su competencia, dado que "tuvieron lugar tres años antes de que jurídicamente existiese" la entidad nacional. Además, Enresa señala que desde su constitución, en 1984, transcurrieron otros dos años antes de que se le asignara la gestión de las operaciones derivadas de la clausura de las instalaciones nucleares y radiactivas, encargo que recibió en 1986. A partir de ese momento, Enresa procedió a elaborar un plan de actuación que no se aprobó por el Ministerio de Industria hasta 1991. Entre ese último ejercicio y 1994 se desarrolló la actividad y, según argumenta empresa, "todos los trabajos efectuados durante esos años fueron realizados por trabajadores de empresas españolas especializadas en dichas labores". Además subraya Enresa que en ningún momento "intervino directamente personal perteneciente a la antigua plantilla de la extinta fábrica de uranio".