La excarcelación de presos terminales centró el Día de Lucha contra el Sida
La excarcelación de presos terminales acaparó ayer, Día Mundial de Lucha contra el Sida, numerosas reivindicaciones en Andalucía. Unos 1.500 andaluces se sumaron a la manifestación celebrada en Madrid para reclamar la liberación de reclusos "graves e incurables". La petición recibió el respaldo del defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, que considera la medida "un paso para humanizar la cárceles". Los diputados de Izquierda Unida, Willy Meyer y María Jesús Aramburu, criticaron con dureza la situación de las cárceles españolas, que tildaron de "bananera" al haberse convertido en "un foco de contagio" de la enfermedad. De las 44.000 personas recluidas en prisiones españolas, alrededor de 9.000 están afectados. Casi el 80% de ellos son toxicómanos, según los datos presentados ayer por Meyer y Aramburu en Sevilla, que denunciaron la negativa del Ministerio de Interior a permitir la entrada de periodistas en la cárcel Sevilla-2 con motivo de la jornada internacional de lucha contra el sida. En Andalucía residen el 13% de los 200.000 afectados existentes en España, aunque la Consejería de Salud informó que se había registrado un descenso del 17,5% en los casos de sida registrados hasta el pasado septiembre en relación con 1997. Unos 7.400 andaluces han padecido la enfermedad desde 1981, cuando se recopilaron los primeros datos estadísticos en la Comunidad Autónoma. El contagio por vía parenteral, debido al consumo de drogas, constituye la práctica de riesgo más frecuente en la región. Casi el 72% de los afectados recibió el contagio de esta forma. El contacto heterosexual se ha convertido en la segunda práctica de riesgo más frecuente: el 10,5% de los enfermos han contraído el sida de este modo. Varias organizaciones sociales y sindicales reclamaron ayer medios para la investigación y la concienciación de los ciudadanos ante la enfermedad. En Jaén, el Instituto Andaluz de la Juventud procedió ayer a la retirada urgente de un lote de preservativos, que estaba distribuyendo en una mesa ubicada en el Parque de la Victoria, porque detectó que caducan a finales de este mes. Los profilácticos fueron cedidos por la asociación Objetivo Vida, un colectivo integrado en FASE, que trabaja con enfermos de sida. El presidente de este grupo, Rafael Latorre, comentó que la expectación generada le resulta "un tanto ridícula" ya que puede "desenfocar" una cuestión importante. Latorre puntualizó que se trata de un gesto simbólico que no pretende "abastecer a nadie durante tres meses", aunque también admitió que en este tipo de repartos, siempre se envían condones con "las fechas ajustadas".
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