Blanco, vasco y europeo

"He nacido blanco, soy vasco y soy europeo, una cuestión de azar, pero también de suerte". Este eslogan desafortunado forma parte del anuncio que ha difundido el Gobierno vasco en su campaña para conmemorar el cincuentenario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, propaganda que ha recibido fuertes críticas porque, entre otras cosas, introduce el derecho a la libre determinación de los pueblos, lo que se considera una promoción de las obsesiones nacionalistas vascas. Sin embargo, creo que lo más censurable, frívolo y aborrecible de dicho anuncio es suponer que el estado de bienestar con que hoy en día se vive en la Europa capitalista es fruto del azar o la suerte, y no obedece a un injusto orden económico mundial que concentra la riqueza para unos pocos y condena a la mayor parte de la humanidad a vivir en la miseria. Se olvidan o ignoran los artífices del eslogan que las fronteras norte y sur que actualmente separan el mundo y lo dividen entre ricos y pobres o blancos y demás géneros han sido edificadas por blancos de origen europeo a través de siglos de colonización, explotación e intervención en el mundo, y que actualmente esta separación se lleva a cabo a través de medios más sofisticados y efectivos como ha sido la introducción violenta del capitalismo en las sociedades colonizadas.Por otra parte, matizar un rasgo étnico, como el color de la piel, como un hecho favorecedor o positivo en la vida tiene connotaciones claramente racistas. Me pregunto si los mestizos o negros que nacen o viven en la Euskadi blanca y europea (porque ellos existen a pesar de que se ignore) tendrán el mismo derecho a sentirse afortunados. Sin duda alguna, el eslogan no refleja el sentimiento de la mayor parte de los ciudadanos que vivimos en esta sociedad vasca, caracterizada por su solidaridad y comprometida a construir un mundo más justo. Este mensaje responde o forma parte del sustrato con que se alimenta el pensamiento nacionalista vasco (llámese radical o moderado), que no desperdicia oportunidades para defender y resaltar cualquier carácter que consideren propio, y lo utilizan para separar a los demás mortales para de esta forma excluirlos de las prebendas que esa diferenciación supone. Espero que las instituciones que defienden las libertades y la tolerancia, como SOS Racismo, emita su condena y los responsables de semejante despropósito rectifiquen.- . .