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Democracias imperfectas

Emilio Menéndez del Valle

Consejo de Seguridad Nacional (CSN) no sólo existe en Chile. Con ese o similar nombre lo hay en diversos países, también en Estados Unidos. En Indonesia hay incluso una institución más peculiar: el "Departamento Sociopolítico del Ejército". El general Wiranto -ministro de Defensa, comandante general de las Fuerzas Armadas y candidato que sonó para suceder a Suharto, pero que ahora se halla en la cuerda floja- oportunamente ha declarado que será abolido, "dado que ya no es relevante en relación con los deberes, función y papel de las Fuerzas Armadas". Sin embargo, hasta ahora lo ha sido. Lamentablemente relevante, uno de los instrumentos a disposición de los militares indonesios para controlar, presionar y, llegado el caso, reprimir a la sociedad civil. En su origen, papel y funciones, nada tienen que ver el CSN de Chile o de Turquía con el norteamericano. Se llaman igual, pero los dos primeros son clara herencia de sendas dictaduras padecidas por sus pueblos. Resulta interesante echar un vistazo comparativo a la actuación de los CSN turco y chileno en momentos delicados para la "seguridad nacional". ¿Seguridad de la nación o de grupos determinados?La pasada primavera tuvo lugar en Turquía un significativo enfrentamiento entre el primer ministro conservador Yilmaz y los militares, quienes le reprochaban no actuar enérgicamente contra el fundamentalismo islámico. La respuesta de Yilmaz -"ocúpense de sus propios asuntos"; "sólo hay un tipo de democracia, no una para civiles y otra para militares"; "aquellos que se ven a sí mismos como defensores de la democracia deben confiar en el proceso democrático"- propició que los militares turcos le recordaran quién mandaba en el país, al decirle que precisamente ésos eran sus asuntos: "Nadie, cualquiera que sea su posición, puede hacer declaraciones dirigidas a debilitar la voluntad de las Fuerzas Armadas". La crisis se cerró el 27 de marzo con una retirada táctica del premier y una declaración oficial del Consejo de Seguridad Nacional indicando al poder (?) civil lo que tenía que hacer: "... las leyes vigentes deben ser aplicadas sin concesión y otras nuevas tienen que ser rápidamente aprobadas por el Parlamento".

En Chile, como en Turquía, los militares afirman ser guardianes de la democracia y responsables del mantenimiento de los "valores históricos y culturales" del país. Parece que numerosos hombres de la milicia chilena se preocupan por la suerte del dictador Pinochet, quien con su golpe asesino de 1973 atentó contra lo que era orgullo de Chile en América Latina: la cultura democrática y la separación de poderes.

Tanto Chile como Turquía son democracias imperfectas, vigiladas, constreñidas. Les faltan aún importantes requisitos para que la dignidad civil prevalezca sobre la condición militar. Resulta triste saber que en Chile el Consejo de Seguridad Nacional osa exigir que los embajadores de España y del Reino Unido sean declarados persona non grata o que se rompan las relaciones diplomáticas con estos países. Triste resulta que José Miguel Insulza, ministro de Exteriores chileno, socialista perseguido por la dictadura pinochetista -fingiendo ignorar el principio de la separación de poderes en un Estado de derecho-, haya tenido que tragarse el sapo de decir: "Se han confirmado nuestras peores expectativas, en el sentido de que el Consejo de Ministros de España es solamente un buzón del juez Garzón".

Ninguna sociedad nace democrática. Se hace en el curso del tiempo. La democracia no debe reducirse a la simple desaparición de una dictadura militar, no debe definirse por omisión. Debe fomentar valores que garanticen su continuidad. No siempre un Gobierno elegido ha podido liquidar las secuelas de una dictadura de la noche a la mañana. De ahí la importancia de la memoria histórica. Perdonar, tal vez; olvidar, nunca. Y siempre atentos, recordando, entre otros, al obispo guatemalteco Juan Gerardi, asesinado en abril de este año. Gerardi propulsaba un proceso de "desmilitarización social" para evitar en el futuro las atrocidades del pasado.

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