Unió reclama a Pujol que anuncie la fecha de las elecciones cuanto antes
Cada nuevo día brinda un nuevo motivo de discrepancia en el seno de la coalición nacionalista CiU. Ayer fueron tres. Primero, Unió lamentó las presiones de Convergència sobre Jordi Pujol en contra de un adelanto de las elecciones autonómicas. Después, Convergència conoció con disgusto que el democristiano Josep Antoni Duran había declarado que los líderes carismáticos no tienen futuro. Y aún quedó tiempo para que Unió acusara a sus aliados de dejarla al margen de asuntos que atañen a la coalición, como la campaña del pacto fiscal.
La dirección de Unió consideró ayer que el debate permanente sobre la fecha de las elecciones autonómicas está ofreciendo una imagen "ridícula" de CiU, en palabras de un dirigente democristiano. La cúpula de Unió pidió a Convergència que cierre de una vez ese debate en público y se mostró partidaria de que el presidente catalán, Jordi Pujol, anuncie cuanto antes la fecha electoral para cortar las especulaciones. De esta última opinión son los partidos de la oposición catalana, que ayer juzgaron el debate sobre el calendario electoral como una maniobra para desviar la atención ciudadana de la gestión de la Generalitat.Unió es partidaria de que Pujol mantenga en pie su propósito de adelantar los comicios a marzo de 1999. El aparato y la mayoría de los cuadros de Convergència, sin embargo, prefieren que el presidente agote la legislatura y deje la cita con las urnas para noviembre.Pujol, por su parte, espera el resultado de una encuesta que conocerá a mediados de este mes para anunciar una decisión definitiva.
Al margen de los argumentos que cada sector esgrime en favor de su respectiva propuesta de calendario (véase EL PAÍS de ayer), fuentes de la coalición nacionalista apuntaron ayer la posibilidad de que Pujol ya tenga firmemente decidido adelantar las elecciones pero le convenga que su partido le pida públicamente que agote la legislatura para luego poder él argumentar que el anticipo electoral no responde a los intereses de Convergència, sino todo lo contrario.
El candidato socialista a la Generalitat, Pasqual Maragall, se refirió ayer también a la fecha de los comicios catalanes y afirmó que Pujol "se está cagando un poco en los calzoncillos" y por eso cambia de idea sobre la conveniencia de adelantarlos. "Si CiU no hace las elecciones en noviembre saben que lo tendrán que justificar y, como no hay justificación, no se acaban de atrever a adelantarlas".
Primarias "de contenido"
Por otro lado, las direcciones de Unió y de Convergència constataron ayer por separado la falta de acuerdo sobre las candidaturas municipales de CiU. Ambas se declararon dispuestas a concurrir en solitario a los comicios locales si no hay más remedio, aunque se mostraron esperanzadas en lograr un acuerdo en las próximas semanas.Ambos partidos descalificaron los argumentos del Gobierno para rechazar el pacto fiscal que CiU reclama para el 2002. Pero Unió acusó a Convergència de no haberle consultado sobre una campaña que incluirá una consulta a varios miles de ciudadanos bautizada como unas "primarias de contenido".
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