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El Consejo Económico y Social pide un acuerdo de los sectores público y privado contra el paro

Pese al crecimiento económico registrado en 1997, el mayor de los últimos ocho años, el paro juvenil, con una tasa del 44,4%, y la temporalidad en el trabajo, que alcanzó al 93,7% de los contratos, exigen el esfuerzo conjunto de la iniciativa pública y privada para reducir el desempleo. Ésta es una de las conclusiones de la memoria sobre la situación socioeconómica del País Vasco en 1997 que presentó ayer el Consejo Económico y Social (CES) y en la que reclama la transferencia de la formación profesional ocupacional y del Inem para crear de un servicio público vasco de empleo.

"Esta memoria es más que una fotografía de la situación económica. Es fruto del máximo consenso obtenido entre agentes económicos y sociales", subrayó ayer Javier Hernández, secretario del Consejo Económico y Social, que preside Javier Mongelos. Este foro consultivo del Gobierno vaco y Parlamento de Vitoria está integrado por 32 miembros, que se reparten equitativamente entre patronal, sindicatos, organizaciones económicas y sociales y expertos. Ayer votaron el primer informe de envergadura de la historia del CES vasco, que contó con el rechazo de CC OO y UGT. Con la memoria de 1997, el CES se ha estrenado en una de sus funciones. Este órgano de consulta se constituyó en 1995 pero hasta finales de 1997 no contó con un reglamento de funcionamiento, lo que ha retrasado su puesta en marcha hasta el pasado mes de mayo. La primera memoria socioeconómica del CES vasco ofrece una de cal y una de arena. En el capítulo positivo de 1997, se sitúa un crecimiento del 4,6% de la economía, la creación de 15.000 empleos netos, la reducción de un punto en la tasa de paro (21,1%) y el aumento del 2,5% de la productividad. Frente a la buena marcha de la actividad, el informe alerta sobre el escaso crecimiento económico del sector público e insta a las instituciones a analizar las causas. "Se ha perdido una buena oportunidad en 1997 para disminuir en mayor medida el endeudamiento público", critica el informe. El azote del paro en algunas comarcas preocupa a este órgano consultivo, que instó a la iniciativa pública y privada a sumar esfuerzos y coordinarse para superar situaciones como la de Bilbao y la Margen Izquierda, donde se concentran el 42% de los parados vascos. En el capítulo de déficits de la situación económica y social vasca en 1997, la memoria destaca la elevada tasa de desempleo entre jóvenes (44,4%) y mujeres (30,3%), la falta de conexión entre el mundo educativo y las demandas de empleo de las empresas, el incremento constante del precio de las viviendas y el aumento de los accidentes laborales. Con estos datos en la mano, el CES lanzó varias peticiones a los gobiernos vasco y central. Al Ejecutivo de Vitoria, le instó a que lidere el diálogo social, que aborde urgentemente la depuración de las aguas y el tratamiento de residuos; que se reduzcan las listas de espera en los hospitales, y que se adecúe la enseñanza reglada a las necesidades de las empresas. La memoria refleja también las dificultades que ha tenido el consejo para recabar datos de algunos departamentos públicos y exige a la Administración vasca "mayor transparencia informativa". "Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo están las cuentas en este país", aseguraron los responsables del consejo. Al Gobierno central, el CES pide la transferencia del Inem para crear "un servicio público vasco de empleo" y el traspaso de formación profesional de los trabajadores, que debería centralizarse en la fundación Hobetuz, sin la participación de la estatal Forcem.

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