Pujol defiende su propuesta fiscal ante las críticas de su aliado Aznar

El pacto fiscal que reclama CiU sigue provocando chispas en la alianza entre el Gobierno del PP y los nacionalistas catalanes. Jordi Pujol salió ayer al paso del reto que le lanzó la víspera José María Aznar y defendió el argumento de la balanza fiscal para justificar su propuesta de nuevo sistema de financiación autonómica. Pujol aseguró que la balanza fiscal se utiliza para determinar los modelos financieros en muchos Estados europeos. "No tiene sentido pretender que España sea diferente", afirmó en Lleida el presidente catalán.

Pujol fue claro pero comedido en su respuesta a Aznar. Las reacciones más contundentes corrieron a cargo de otros dirigentes nacionalistas, como el consejero de Presidencia del Gobierno catalán, Xavier Trias, y el jefe de filas de CiU en el Congreso, Joaquim Molins. Este último acusó ayer al PP de practicar "la demagogia más fácil" e instó al Gobierno de Aznar a "hablar menos y cumplir más", en alusión al incumplimiento del mandato parlamentario de calcular y publicar la balanza fiscal entre las distintas comunidades españolas y el Estado. Molins juzgó "desmesurada" la respuesta de Aznar -que el miércoles había tachado de prematura, absurda y electoralista la propuesta de pacto fiscal de CiU- y consideró inconveniente que el presidente del Gobierno "pierda la moderación". Trias, por su parte, definió la respuesta de Aznar como "una triste simplificación". Pujol añadió en Lleida que no improvisará declaraciones sobre este asunto para no caer en el juego de las frases lapidarias. "Me sorprende mucho", señaló, "que me digan que no hemos de aplicar la técnica de las balanzas fiscales, cuando es algo que se está haciendo en todos los países de Europa, entre los Estados y la Unión Europea, y entre las regiones y los Estados autonómicos y federales". Electoralismo o reflexión El presidente catalán negó que su propuesta de pacto fiscal obedezca a motivos electorales, entre otras cosas, dijo, porque todavía no está decidida oficialmente la fecha de las elecciones autonómicas. "La cuestión de la fiscalidad la he planteado en términos de toma de conciencia y como un llamamiento a la reflexión en Cataluña y en el Estado. No tiene nada que ver con las elecciones", insistió. "Lo único que he pretendido", señaló Pujol, "es que la sociedad catalana reflexione sobre esta cuestión para que vea lo que pasa, lo que se juega con todo esto y para que no viva engañada. No pido la apertura de negociaciones; lo que pretendo es que también reflexione la sociedad española, porque de esa manera, si lo planteamos bien y la sociedad lo entiende, desde fuera se verá más claro que debe modificarse el actual sistema de financiación". Jordi Pujol aseguró no entender tanta polémica. "En 1996, una vez firmado con el Gobierno central el acuerdo de financiación para el periodo 1997-2001, ya advertí que acabado ese periodo plantearíamos un nuevo sistema. Por tanto, que nadie se escandalice ahora". Respecto a la abstención del PP en las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos de la Generalitat, Pujol dijo que si CiU tuviera en el Congreso el mismo comportamiento que el PP en el Parlament "haría mucho tiempo ya que España iría muy mal".