Aznar ofrece "diálogo sin condiciones" para lograr un modelo viable de RTVE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ofreció ayer desde la tribuna del Congreso de los Diputados un "diálogo sin condiciones" a la oposición política para conseguir un futuro modelo de radiotelevisión pública "viable, plural y que además no sea un modelo aislado, sino vinculado a la evolución de todo el sector de las telecomunicaciones, y especialmente del sector audiovisual, en España".

El presidente del Gobierno contestaba a una pregunta de la diputada socialista Rosa Conde, que se había interesado por la línea que seguirá el Ejecutivo en la nueva etapa de Radiotelevisión Española, tras el nombramiento como director general de Pío Cabanillas en sustitución de Fernando López-Amor.Como siempre, la primera respuesta de Aznar fue escueta. El Gobierno desea, dijo, "asegurar la viabilidad de una radiotelevisión pública en España de calidad, plural sin duda".

Rosa Conde respondió mitad con escepticismo, mitad con duros reproches políticos. Le dijo al presidente del Gobierno que "sus palabras no suenan mal pero sus actuaciones no ofrecen la menor confianza". Según Rosa Conde, las iniciativas de Aznar en el mundo de la comunicación "son el punto más débil y más oscuro de su gestión". Le acusó de mostrar "pulsiones autoritarias", como las que le llevaron a nombrar a Fernando López-Amor para la dirección general pese a las advertencias socialistas contra el nombramiento de "un hombre partidario, sectario y con un pasado político bastante turbio. Pero usted", apostilló Conde, "lo nombró precisamente por eso".

La diputada recordó los "malos modos" exhibidos por el anterior director de RTVE en sus comparecencias parlamentarias y dijo a Aznar que él no los había tenido mejores al destituirle "con tanto autoritarismo como lo nombró". Advirtió que los socialistas temen que el Gobierno esté proyectando la privatización de la televisión estatal y agregó: "Si quieren consenso tienen que dejar claro en esta cámara que estamos hablando de televisión y no de privatización".

Aznar respondió con calma para afirmar que su Gobierno encontró una radiotelevisión pública "desarbolada, con unos profesionales desmotivados y con una situación económica imposible". A partir de ahí, lanzó una batería de ofrecimientos para impulsar "un proceso de diálogo sin condiciones, para que se pueda definir con la participación de todas las fuerzas políticas" un nuevo modelo de RTVE. Y reiteró que el Ejecutivo pide "la colaboración de todos los grupos parlamentarios", incluido el socialista.

Trallazo final

Todo rezumaba suavidad en la respuesta del presidente del Gobierno hasta que lanzó un trallazo, como suele ser habitual en sus respuestas a los socialistas, para concluir su intervención: "Nosotros", dijo, "no vamos a ahorrar esfuerzos en esa tarea y espero y deseo que, aunque sea por una vez y no sé si servirá o no de precedente, la actitud del grupo parlamentario socialista sea una actitud de responsabilidad y no la demagógica e irresponsable a que nos tiene acostumbrados".Más tarde, y también en el Congreso de los Diputados, el ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, aseguró que el Ejecutivo no piensa privatizar RTVE, al responder a una pregunta del diputado de Nueva Izquierda (NI), Manuel Alcaraz. Piqué afirmó que el documento presentado por el Gobierno en el Congreso, en el pasado mes de julio, es el único sobre el que se puede trabajar para decidir el futuro del ente público.

Ese documento prevé mantener la radiotelevisión pública más o menos en sus dimensiones actuales y financiar alrededor de dos tercios de sus gastos con cargo a fondos públicos, y el resto con ingresos procedentes de la publicidad.

El portavoz del Gobierno aseguró, en cualquier caso, que "no hay previsiones de cambiar la titularidad pública de RTVE y eso lo dará el resultado del diálogo y de la negociación".