Nadar y guardar la ropa

Es lo que tratan de hacer los políticos en esta complicada hora política. Todos quieren ser partícipes de este proceso de paz que empieza, cada uno desde su óptica, y tratando de sacar alguna ventaja para sí. Los más tranquilos son los triunfadores de las recientes elecciones: PP y EH. Están a la espera de la composición del nuevo Gobierno vasco, para conocer desde qué premisas comenzar. El resto de partidos, especialmente el PNV y el PSE, se encuentran en una situación incómoda, ya que se han topado con una auténtica encrucijada, sin garantía de conseguir sus propósitos, y mucho menos en las condiciones que ellos quisieran. El que más se la juega es el PNV. El PNV en esta ocasión lo tiene más difícil para acertar. Si su decisión final fuese apostar por un gobierno nacionalista, con apoyo externo o interno de EH, en las próximas elecciones de junio a los ayuntamientos y las diputaciones debería respetar que fueran las listas más votadas las que se hicieran con las alcaldías y diputaciones. Esto puede suponer perder la Diputación de Gipuzkoa, en caso de no llegar a acuerdos con EA, y algunos ayuntamientos muy significativos. Si el mismo criterio se extiende a Álava, podrían perder la alcaldía de Vitoria y la Diputación de Álava. ¿Estarán dispuestos a perder el poder ejercido durante tantos años los del PNV? Por otro lado, si la paz se convierte en definitiva, salvaguardando los criterios democráticos (algo que creo que los quieren todos, nadie más que los otros), los réditos se los van a llevar los de EH, como se ha visto el 25 de octubre. Los del PSOE se han encontrado con una situación en la que pueden seguir pintando algo, al autoexcluirse los del PP, y tratan de sacar partido y de vestir la explicación que van a dar a sus votantes.- Antxon Areitio Zatarain. San Sebastián.