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El cantante Seal explica que su voz expresa más esperanza que tristeza

El músico británico presenta su último disco, 'Human being'

Seal ha grabado sólo tres discos en ocho años -el segundo obtuvo un Grammy- y con este último, titulado Human being (Ser humano), se decanta por una línea melódica evocadora e intensa. Lo suyo es el soul, entendido por él como "música del alma". Un camino opuesto al rap, que considera un instrumento musical rico, pero peligroso. Por eso dedica el tema principal del disco a los raperos muertos, Notorious B.I.G. y 2-Pac Shakur.

Seal mide cerca de dos metros, tiene la cara marcada por unas profundas cicatrices en las mejillas; los pies enormes, las manos finas de largos dedos y las orejas diminutas. La imagen en la portada de su nuevo disco lo retrata desnudo y desafiante, como "un animal, un depredador", según él, pero nada más alejado de la sensación de amplia espiritualidad que proyecta este hombre, amante de la palabra, de las etimologías, con una nítida pronunciación británica y que ayer en Madrid, a las cinco en punto de la tarde, se pidió una taza de té."La portada del disco refleja precisamente lo contrario de lo que se escucha en el disco", explica. "Le dije a Mondino que quería jugar con la idea de lo engañosas que pueden ser las imágenes y que no siempre hay que fiarse de lo que uno ve. Pero junto a ese lado siniestro encuentro una cierta belleza. La imagen insinúa esa oscura belleza que puede encontrarse dentro, en la música".

Lo que uno escucha en este disco es la voz melancólica de Seal que se desliza con suavidad sobre unos exquisitos arreglos de Trevor Horn. "Mi música se oye triste por el sonido que tiene mi voz", dice. "Cuando empecé a cantar, los críticos decían que mi voz era ardiente y que expresaba desasosiego. Prefiero pensar lo que decía Joni Mitchell: "Hay cierto alivio en la melancolía". Creo que mi voz revela, en el fondo, más esperanza que tristeza".

"Se nos pide a los hombres que actuemos con la razón y el intelecto, no con las emociones. Es la perfecta receta para el desastre", afirma. "Las cosas que nos ponen en contacto con las emociones nos guían siempre hacia la luz que está al final del túnel".

Relación traumática

La vida de Seal no ha sido fácil. Sealhenry Samuel nació en Londres hace 35 años, hijo de inmigrantes nigerianos. Fue dado en adopción y luego recuperado por su madre biológica a los cuatro años. Su padre, un hombre violento y agresivo, y él tuvieron una relación muy traumática. "Mi padre murió hace 18 años. Durante mucho tiempo despertaba llorando, lamentaba no haber podido llegar a comunicarme jamás con él. Escribí una canción, Pray for the dying, con mucho miedo y ansiedad, para llegar al fondo del asunto. En realidad, lo que yo temía era la soledad de la muerte. Ahora sé que la muerte es una parte de la vida, una parte hermosa de la vida. La terrible pérdida de mi padre, al final, me llevó al encuentro de algo que ha cambiado mi concepción de la existencia".Seal canta al amor, pero no al amor romántico. Él escarba en los misterios del alma. "El miedo es casi tan poderoso como el amor", reflexiona. "Nos hace actuar de maneras incomprensibles, discriminar a la gente por cualquier motivo e incluso matar. El miedo es violencia e insatisfacción. Este disco intenta decir que somos seres de mente iluminada (es su desglose etimológico de la expresión "ser humano", como aclaraba antes), pero tenemos que elegir entre la oscuridad y la luz", dice.

"Notorious B.I.G. y 2-Pac eligieron la oscuridad, no tenían amor ni autoestima, glorificaron la violencia y despreciaron a otros seres humanos, denigrando a las mujeres. Querían ser la imagen de la fama, pero eran sólo el perfil del miedo. El rap es una música muy poderosa y muy influyente. Hay quienes la han utilizado mal, pero hay quienes no la usan así. En la luz está el amor, la felicidad, la compasión y la comprensión". Seal escribe la mayor parte de las letras de sus canciones. "La letra no es importante, lo importante es el mensaje", afirma. "Como músicos somos naves de lo divino. No somos nosotros los que jugamos, somos sólo las piezas de un gran ajedrez. Pero tenemos el libre albedrío para elegir la vida, la luz o la oscuridad. Yo sólo pido poder abrir mi corazón".

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