El plan director del aeropuerto de El Prat exige más trasporte público

Barcelona [EN] El plan director del aeropuerto, el documento que debe servir de instrumento para acometer la ampliación de las instalaciones aeroportuarias de El Prat, echó ayer a andar. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), el organismo público encargado de la gestión del aeropuerto, presentó ayer su propuesta a las administraciones catalanas, que fue acogida favorablemente. Entre otras cuestiones, el plan director recoge la necesidad de conectar el aeropuerto con el transporte público, tanto viario como ferroviario.

La propuesta de AENA fue presentada en el marco de la Comisión de Seguimiento del Plan de Infraestructuras del Delta del Llobregat, en el que están representadas todas las administraciones implicadas: el Ministerio de Fomento, la Generalitat y los ayuntamientos de Barcelona y El Prat. A pesar de que el documento debe ser estudiado ahora con detenimiento por las administraciones catalanas, lo cierto es que los grandes trazos de lo que será el aeropuerto del futuro están ya pactados. Estas administraciones han llegado a la convicción de que el aeropuerto requiere estar conectado a través del transporte público. "Existe un acuerdo sobre la necesidad de hacer una apuesta decidida sobre el transporte público para conectar el aeropuerto con la red viaria y ferroviaria metropolitana", señaló el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor. Esta apuesta por el transporte público incluye la creación de una parada del tren de alta velocidad en el aeropuerto. El plan director propuesto por AENA no considera las instalaciones aeroportuarias como una infraestructura aislada, sino que se tiene en cuenta el territorio en el que se enmarca, un asunto del que el Ayuntamiento de El Prat había hecho caballo de batalla. Asimismo, el documento recoge compensaciones ambientales, como el parque litoral que se habilitará entre el aeropuerto y la playa. El documento, cuyos detalles deberán ser desarrollados en las próximas semanas, dibuja la tercera pista a 1.350 metros de la actual pista principal, más corta que ésta pero con longitud suficiente para que sea operativa y permita llegar al techo de 40 millones de pasajeros anuales. Entre ambas pistas se situaría una nueva zona de pasajeros conectada con las actuales terminales. En un vértice del perímetro aeroportuario, entre las terminales y la autovía de pasajeros, se sitúa la zona de carga, cuyo descenso de actividad ha sido motivo de polémica en las últimas semanas. En este sentido, el plan director debe servir para potenciar no sólo el tránsito de pasajeros, sino la cantidad de mercancías transportadas. Al respecto, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Casas, señaló: "Los operadores pueden estar tranquilos porque las administraciones nos ponemos a trabajar en ello". Tramitación lenta Al otro lado de las terminales de pasajeros se sitúa la zona industrial del aeropuerto, en la que se instalarán empresas relacionadas con la actividad aeroportuaria. Junto a esta zona, y en el vértice más próximo al río Llobregat, el documento dibuja una reserva de suelo. Mientras los técnicos estudian a fondo el documento, el plan director iniciará su tramitación, que será lenta por los trámites previstos. Por un lado, debe pasar por el proceso de información pública en el Ministerio de Economía, sin límite de tiempo, y en los ministerios de Defensa y Medio Ambiente. Por otro lado, la Generalitat y los ayuntamientos deben realizar la tramitación urbanística, con la modificación del Plan General Metropolitano y los planes especiales correspondientes. Además, el plan director tiene que ser estudiado también por la Unión Europea, dado que se ven afectadas las zonas de reserva natural del delta del Llobregat, declaradas Zona de Especial Protección para las Aves por la UE. Por eso, Bruselas debe dar su conformidad y las administraciones implicadas tienen que demostrar "las razones excepcionales" que justifican el cambio, explicó el secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta.