Cuatro de cada diez valencianas embarazadas antes de cumplir los 20 años deciden abortar
1.884 adolescentes valencianas de entre 15 y 19 años se quedaron embarazadas en 1994. De ellas, 1.170 siguieron adelante con la gestación y 706 decidieron abortar. Son algunos de los datos del primer estudio estadístico sobre fecundidad joven y adolescente en España, presentado ayer en Valencia por la jefa del departamento de Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita Delgado, quien matizó que las estadísticas están "sesgadas a la baja", ya que no recogen los abortos no declarados. El estudio, centrado en el periodo 1975 -1994, refleja que pese a la oferta de métodos contraceptivos, cada vez son más los embarazos no deseados que terminan en aborto.
El estudio incluye las Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) practicadas al amparo de los tres supuestos legales, y recogidas en el registro del Ministerio de Sanidad. No aparecen por tanto los abortos no declarados, aunque la jefa del departamento de Demografía del CSIC asegura que el grado de ocultación es pequeño, ya que el 95% de las adolescentes (15 a 19 años) y jóvenes (20 a 24 años) que deciden abortar se acogen al supuesto del peligro para la salud física y psíquica de la madre. Por una parte se ha tenido en cuenta la tasa de fecundidad (el promedio de hijos por mujer) y la tasa de embarazo, que incluye también los abortos y las muertes fetales tardías. Lógicamente, antes del año 1986 las tasas eran similares, ya que el aborto no estaba permitido en España. Extremadura y Andalucía son las comunidades más fecundas, mientras que en Asturias y la Cornisa Cantábrica la tasa de fecundidad es de 0,8 hijos por mujer. En la Comunidad Valenciana la tasa actual es de 1,19 hijos por mujer, frente a los 2,9 del año 1975. El estudio refleja que cuatro de cada diez adolescentes valencianas que se quedan embarazadas deciden abortar. En este sentido, la Comunidad Valenciana ocupa una posición intermedia, ya que en otras regiones como Asturas la mitad de los embarazos en jóvenes terminan en aborto. Casi el 41% de los abortos que se contabilizaron en la Comunidad Valenciana en 1994 correspondían a mujeres menores de 25 años (el 13,5% tenían entre 15 y 19 años y el 27,4% menos de 24 años), lo que refleja que la interrupción voluntaria del embarazo es un fenómeno asociado a mujeres jóvenes y adolescentes, con el matiz de que las primeras tienen mayor autonomía económica y no necesitan autorización paterna para interrumpor la gestación. De las 6.120 jóvenes valencianas de 20 a 24 años que se quedaron embarazadas ese año, 4.665 tuvieron a sus bebés y 1.439 abortaron. La demógrafa del CSIC recordó ayer que la Comunidad Valenciana fue una de las primeras en las que aparecieron clínicas autorizadas para realizar abortos, pese a lo cual hay más jóvenes que interrumpen su embarazo en Madrid, Cataluña, Asturias y Aragón. Por contra, las adolescentes de Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía recurren menos al aborto que las valencianas. En opinión de Margarita Delgado, "no se ha concienciado lo suficiente a las jóvenes del riesgo de embarazo si no toman precauciones. Hace falta una labor de formación". La demógrafa recuerda que los países de ideología más puritana (EE UU y Reino Unido), registran las mayores tasas de fecundidad entre las adolescentes, pese a que en países como Holanda o Suecia, la edad en el inicio de las relaciones es más baja. El estudio concluye que se ha incrementado el recurso al aborto como salida a embarazos no deseados y que las adolescentes que experimentan una maternidad precoz ven perturbado su curso vital, en clara desventaja con las jóvenes que siguen con normalidad su proceso educativo sin la responsabilidad que se deriva de la maternidad. Las asociaciones de lucha contra el sida recuerdan que el embarazo no deseado no es el único riesgo.
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