JOAQUÍN RUIZ-GIMÉNEZ PRESIDENTE DE UNICEF "A EE UU le cuesta reconocer un tribunal internacional"

Acostumbrado a bregar, desde su condición de abogado o desde el cargo que ocupó como Defensor del Pueblo, en distintos frentes donde se pueda hacer algo por los derechos del hombre, Joaquín Ruiz-Giménez lleva años canalizando sus esfuerzos en su labor como presidente nacional de Unicef. Ruiz-Giménez ha realizado recientemente en Almería un análisis sobre el 50º aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Pregunta. ¿Cuál es la valoración que realiza de la Declaración de los Derechos Humanos, 50 años después de su promulgación? Respuesta. Hay dos perspectivas. Por un lado, una risueña y muy loable; porque la declaración de 1948 impulsó la lucha por las libertades y los derechos civiles. Eso es una victoria si lo comparamos con las situaciones que existían antes de la II Guerra Mundial. Pero la Declaración de los Derechos Humanos no se refiere sólo a los derechos y libertades civiles. Hay artículos que se refieren a otros aspectos, como los derechos económicos. A eso se refiere la otra perspectiva. Hoy hay más Estados democráticos; pero en los derechos de justicia y solidaridad no se ha avanzado mucho. P. Usted demanda la creación de un Tribunal Penal Internacional, pero parece difícil poner a todos los países de acuerdo. R. Hay que conjugar los derechos y complementarlos con un sistema de enjuiciamiento independiente, a ser posible un Tribunal Penal Internacional porque resolvería muchas cuestiones pendientes sin que se produjeran choques entre los países. Pero mientras llega ese tribunal deben funcionar las jurisdicciones nacionales. El problema de este tribunal es que surge en medio de la polémica porque hay países, como EE UU, a los que les cuesta reconocer un tribunal internacional. Ellos dicen que tienen los suficientes recursos internos para resolver sus problemas y puede ser cierto, pero eso no es verdad en otros muchos países. Por eso, cuantos antes se ponga en marcha el Tribunal Penal Internacional, mejor. Todos tenemos que empujarlo. P. Las consecuencias del huracán Mitch han sido más graves por las condiciones en las que ya se encontraban los países asolados. ¿Eso no supone una clara quiebra en los derechos humanos? R. Es cierto. La situación socio-económica, de injusticia y de pobreza en muchos países es crítica. En estos países de Centroamérica, muchas personas tienen que vivir en los lechos de los ríos en casas precarias. Se sabe que este tipo de catastrofes se suelen producir cada cierto tiempo, por eso es preciso acometer una política de prevención, para que los desastres no pillen en tan malas condiciones a los países. Yo creo que sería necesario crear un Fondo Monetario Internacional de Cooperación.