Menos embalses y mejores criterios de abastecimiento

Sobre la construcción de nuevos embalses, el Libro Blanco considera que las listas que figuran en los planes de las cuencas "constituyen un catálogo de peticiones con una falta, relativamente generalizada", de ajuste a criterios de viabilidad. No hay datos ni siquiera estimativos del volumen de agua regulada que podrían aportar.El libro es una ducha de agua fría a quienes demandan los embalses y una buena noticia para los ecologistas que los critican. "La ejecución futura de tales infraestructuras sólo podría llevarse a cabo tras una justificación técnica, ambiental, económica, financiera y social de su viabilidad, de la que muchas actuaciones parecen carecer por el momento".

El libro es más explícito al destacar que las relaciones de embalses incluidas en los planes de las cuencas "deben interpretarse como catálogos en los que seleccionar futuras actuaciones, pero cuya ejecución deberá supeditarse a los requisitos de viabilidad ambiental y adaptarse al ritmo de las posibilidades de financiación".

El Libro Blanco del Agua no menciona hasta la página 721 el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Esta futura ley, que regulará las condiciones de los trasvases y la coordinación de los planes de cada cuenca, es abordada con la vocación de armonizar las demandas de agua y su disponibilidad para todos los usuarios.

Suministro

Según el Libro Blanco, el plan debe homogeneizar las demandas de usos de abastecimientos a poblaciones con las necesidades agrarias, energéticas e industriales con criterios unificados, algo que aún está por hacerse. En el primer caso señala la necesidad de exigir un tratamiento uniforme para los niveles de garantía del suministro, las condiciones de calidad exigibles y las proyecciones demográficas. "Es una magnífica ocasión para sentar las bases que subordinen la colaboración del Estado en pactos que contemplen temas como el traslado a los usuarios a través de una correcta tarificación y la modernización de las infraestructuras", se afirma.Sobre los usos agrarios, los redactores del libro precisan que es el Ministerio de Agricultura y no el de Medio Ambiente el que debe fijarlos. No obstante, advierten que los planes de regadío que elabore Agricultura de ninguna manera deben condicionar el futuro Plan Hidrológico Nacional.

Medio Ambiente considera que, a partir del agua que hay en España, Agricultura puede transformar en regadíos las tierras que considere conveniente. De hecho, varios de los expertos que han participado en la redacción del libro consideran un error la antigua exigencia del PP, cuando estaba en la oposición, de que el plan de regadíos fuera una condición previa a la presentación del Plan Hidrológico. "Esa propuesta se ha vuelto contra quienes la lanzaron", señalan en privado fuentes de Medio Ambiente. Este ministerio publicará en CD-ROM el Libro Blanco y las bases de datos usadas en su redacción.