Gates presenta una técnica para hacer más legibles los libros electrónicos en un divertido "show" en Las Vegas
Bill Gates presentó el lunes en la feria COMDEX de Las Vegas una tecnología que mejora la legibilidad de la tipografía en las pantallas electrónicas un 300%, algo básico para el éxito de los libros electrónicos que este diciembre se empezarán a vender en Estados Unidos. Gates recordó que desde 1994 se venden más enciclopedias en CD que en papel impreso. "Sin embargo, con la letra impresa tenemos trabajo por delante. En el ordenador, la gente sólo lee el correo y navega. Para leer periódicos, informes o libros, utiliza el papel impreso. Todavía las nuevas tecnologías no han igualado la calidad que tiene la tipografía impresa".El empresario de Microsoft profetizó la desaparición de las claves para un acceso personal al ordenador. "Pronto habrá que sustituir el acceso actual de contraseñas por las tarjetas personales con un código, o por las huellas dactilares o la voz".
Gates abrió el lunes COM-DEX 98, la mayor feria mundial dedicada a las nuevas tecnologías que desde hace 19 se celebra en Las Vegas. "Cuando hablamos del poder de la tecnología, también nos debemos responsabilizar de algunos retos a los que nos enfrentamos. Si somos capaces de hacer ordenadores más potentes, también debemos preocuparnos por hacerlos más simples. Y si Internet recibe cada día más y más usuarios, también debemos preocuparnos por solucionar los problemas de seguridad".
Ovación y todos en pie
Antes de empezar a hablar, Gates tuvo que esperar un minuto a que los aplausos cesaran. Alrededor de 15.000 personas, puestas en pie, recibieron al dueño de Microsoft, cuya empresa está en los tribunales acusada de intentar extender su situación de monopolio. "He tenido un año bastante excitante", aseguró. Y el auditorio se llenó de carcajadas. Gates estaba en su elemento, ante su público.Tres horas antes del comienzo de la conferencia, la gente hacía inmensas colas. Gates parecía una estrella de rock. Nada de la persona discreta y comedida que se suele ver por Europa. Con camisa y jersecito de lana a cuadros iba de lado a lado del escenario (de unos 30 metros de largo) lanzando chistes y recordando el año que ha pasado desde el COMDEX de 1997. Gates mostró un vídeo en el que se recogía su excitante temporada: una tarta de nata contra su cara; la fiscal general, Janet Reno anunciando la querella del Gobierno de EE UU contra Microsof; el fallo de Windows 98 en su presentación; y muchas imágenes de sus principales acusadores, los máximos ejecutivos de las empresas Sun y Netscape.
Este vídeo irónico, en el que Gates salía como un monigote de Simpson recibiendo tortas por todas partes, volvió a poner al público en pie para darle ánimos. Gates se puso serio para hablar de la intimidad y de la seguridad. Dijo que habrá que establecer reglas para determinar hasta dónde una empresa puede investigar los datos del propietario de un ordenador o cómo puede usar una compañía telefónica el banco de datos de sus clientes.
En este sentido, hace un mes Europa ya prohibió este trasvase de datos, lo que al otro lado del Atlántico no sentó nada bien. Pero Gates también se enfrentó a la desconfianza que despierta actualmente el acceso al ordenador: las contraseñas o password. "Las contraseñas deberán ser más sofisticadas. Deberemos usar tarjetas personales con códigos, huellas dactilares, la voz o incluso el ojo".
En los 19 años de COMDEX, el mundo digital ha dado un vuelco total. Gates se encargó de recordarlo. Todo es mejor, más barato y más pequeño. Para Gates el PC no es un personal computer [ordenador personal] sino un personal companion [compañero personal].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.