Vizcaya financiará el corredor del Txorierri con pagos durante 20 años
La Diputación de Vizcaya pretende financiar el corredor del Txorierri, su proyecto viario más ambicioso con un coste aproximado de 22.800 millones, con el pago aplazado durante "15 ó 20 años", según reveló ayer el titular foral de Obras Públicas José Félix Basozabal. El responsable vizcaíno confirmó en las Juntas Generales la aplicación para esta infraestructura del nuevo modelo financiero instaurado este año por la Diputación Foral y aseguró que el corredor no se ejecutará en dos fases. "La decisión es construirlo de una tacada y que entre en servicio todo a la vez".
José Félix Basozabal explicó las razones por las que se ha descartado la implantación de un peaje, como adelantó este diario [ver EL PAÍS del 5 de septiembre pasado]. "Es un tramo muy sensible al peaje y no se consigue el objetivo de descargar de tráfico a la A-8", dijo. El futuro corredor, que unirá las localidades de Derio y Galdakao y es continuación del trazado entre el puente de Rontegi y el municipio deriotarra, tendría un tráfico medio diario en su primer año de funcionamiento de 17.000 vehículos en el caso de implantar el peaje; sin estas tarifas, esta cifra se doblaría hasta los 33.000 vehículos diarios. Estos datos aparecen en el informe presentado por el responsable de Obra Públicas y que ha sido elaborado por una asesoría holandesa y una ingeniería británica. Además del peaje, el estudio analizó otras dos fórmulas: el modelo de pagos por disponibilidad, que consiste en el pago a plazos según la calidad del servicio que ofrezca el concesionario, y el denominado peaje-sombra, o sea el abono adelantado de la obra por una empresa privada a la que, posteriormente durante un plazo concreto, la Diputación le pagaría cantidades que variarían según los vehículos que utilicen la calzada. Estos dos modelos de financiación han sido descartados por el mayor coste económico: cerca de 27.000 millones en el caso del peaje-sombra y más de 23.000 si se recurriese al pago por disponibilidad. El nuevo sistema de financiación que se ha comenzado a aplicar en septiembre en la variante de Mungia, el llamado modelo vizcaíno, supone un coste de 22.800 millones. Esta fórmula de pago a plazos durante diez años, con la que se evita recurrir a los presupuestos y permite ejecutar más proyectos, se ejercita a través de la recién creada sociedad Bideak, que se hace cargo de cantidades adelantadas por entidades bancarias, con lo que las constructoras perciben el importe económico según vayan realizando las certificaciones de obra. El diputado de Obras defendió que en el caso del corredor del Txorierri el pago se prolongue más allá de los diez años. "La idea es que la financiación sea a largo plazo; podemos hablar de 15 ó 20 años. Pienso que este proyecto debe financiarse durante su vida útil". El modelo, a debate La exposición de ayer en las Juntas Generales abrió el debate político sobre este nuevo modelo financiero de carreteras. El portavoz de HB, Txema Pico, señaló que su aplicación condiciona la política de inversiones de los próximos años y consideró que existe "una gran cantidad de interrogantes en este modelo, al haber un endeudamiento extraoficial". Basozabal admitió este condicionamiento de futuras partidas económicas pero lo consideró positivo "por los beneficios sociales que supone para nosotros pero también para la economía del 2010". Además, vaticinó que la construcción de carreteras "tendrá también un límite y algún día se acabará". El responsable vizcaíno reveló las últimas novedades de su proyecto más costoso: se está elaborando el informe con la financiación estructurada para llevarlo al Consejo de Gobierno. El diputado admitió, en contra de las previsiones lanzadas hasta ahora, que las obras no comenzarán en lo que queda de mandato. "Se iniciará la próxima legislatura". La nueva autovía cuenta con una partida de 1.800 millones de la UE, a través de los Fondos de Cohesión, que se dedicarán a las expropiaciones de terrenos, según dijo Basozabal. El corredor del Txorierri discurrirá a lo largo de diez kilómetros en paralelo a gran parte de la carretera general entre Derio y el barrio de Erletxes (Galdakao), que sufre problemas de saturación con casi 19.000 vehículos diarios. El objetivo principal es aliviar la afluencia de vehículos en la A-8 al habilitar una vía de acceso alternativo por el norte así como ofrecer otro trazado a los tráficos de largo recorrido transeuropeos. Las Juntas Generales debatieron también la operación de traslado de la Diputación a Abandoibarra, consistente en una permuta de una veintena de edificios y locales forales para costear los 15.000 millones del cambio de ubicación. IU-EB se interesó por las gestiones de los responsables forales en la feria inmobiliaria celebrada el pasado mes en Barcelona. El diputado de Hacienda, Fernando Olmos, anunció que seis grupos empresariales han engrosado la lista de posibles compradores y fijó la constitución de la sociedad instrumental -que gestionará la magna operación- para el próximo diciembre.
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