Osakidetza privilegia a la aseguradora de MCC en el cobro de sus servicios

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los trabajadores de Telefónica, por ejemplo, señalan que hasta que se empezó a controlar la facturación de los hospitales de la Seguridad Social (y luego de Osakidetza) esta situación era favorable para su empresa. En la actualidad, según las mismas fuentes, la compañía mantiene la misma situación pues, a pesar de no ganar dinero, puede de esa manera controlar mejor el absentismo laboral. El trato favorecedor a Lagun-Aro por parte de Osakidetza se remonta al menos a abril de 1993, cuando ambas entidades renovaron el convenio que mantenían. El acuerdo establecía las tarifas que la aseguradora pagaba por distintos servicios de la sanidad pública, como estancia hospitalaria, urgencias, atención en la UCI, consultas, etcétera. Estas tarifas no se convirtieron en legales hasta casi un año después, cuando fueron publicadas en el Boletín Oficial del País Vasco dentro de los precios de los servicios de asistencia hospitalaria que ofrece Osakidetza. La revisión de los precios permite comprobar que a Lagun-Aro siempre se le aplicaba el mínimo establecido por Osakidetza: un día de estancia en los hospitales del grupo I (Cruces o Basurto, por ejemplo) le costaba a la aseguradora 29.000 pesetas; en los centros del grupo II (Txagorritxu o Galdakao), 19.000 pesetas; y en los hospitales del grupo III (Alto Deba, Zumarraga o Bidasoa), 13.000. Por estos mismos servicios, a empresas colaboradoras como las citadas se les imponía la tarifa máxima: en el grupo I, 40.077 pesetas por día de estancia; en el grupo II, 30.744 pesetas; y en el grupo III, 27.540 pesetas. Es decir, unas tarifas hasta un 100% más caras que para Lagun-Aro. Sin subir el IPC Esta situación se mantuvo inalterable hasta finales de 1996. Durante esos años, Osakidetza no modificó las tarifas a ninguna de las empresas, ni les aplicó la correspondiente subida anual del IPC. Fuentes de Sanidad reconocen que las tarifas no cubren el precio real de los servicios, pero no es hasta enero de 1997 cuando se produce el primer cambio en las tarifas. Osakidetza bajó entonces la cifra que cobraba al grupo de empresas colaboradoras y mantuvo los precios para Lagun-Aro. Con todo, la aseguradora del grupo cooperativo seguía pagando menos por igual servicio que las otras grandes compañías. En enero pasado volvió a realizarse una revisión de las tarifas, que, según fuentes de Osakidetza, buscaba equilibrar los precios que se les cobra a cada entidad. Pero la discriminación continúa: la diferencia no es muy grande en los hospitales del grupo I, donde acuden el 90% de los trabajadores de las empresas colaboradoras citadas: algo más de 1.000 pesetas. Pero en los del grupo III, ubicados en Guipúzcoa principalmente, territorio donde Lagun-Aro tiene la mayor parte de sus afiliados, la aseguradora de MCC paga 15.340 pesetas por día de hospitalización, mientras que las empresas colaboradoras tienen una tarifa de 23.496 pesetas por el mismo servicio. Extraña reacción Fuentes de la consejería de Sanidad consideran que este desequilibro en las tarifas por sus servicios viene motivado porque Lagun-Aro aporta 40.000 afiliados, mientras que las empresas colaboradoras suman en total unos 20.000 trabajadores en Euskadi. Estas mismas fuentes destacan que el año pasado ya se compensó a estas compañías con una rebaja sustanciosa de las tarifas. El hilo de la madeja de esta situaciñon de privilegio lo comenzó a deshacer la sección del sindicato Comisiones Obreras en Telefónica ante lo que consideraba una reacción extraña por parte de la dirección de su empresa: cuando un trabajador se ponía enfermo, en lugar de mandarle a los hospitales de Osakidetza se le aconsejaba que acudiera a una clínica privada. Cuando los responsables de CC OO en la compañía de telecomunicaciones se pusieron a buscar las razones de este proceder llegaron a la conclusión de que los servicios de estos centros privados son más baratos que los de Osakidetza para las empresas colaboradoras. Después de que Comisiones alertase sobre esta situación de desventaja, el comité de Telefónica en pleno (formado además por la Unión General de Trabajadores, LAB, ESK-CUIS, ELA y UTS) exigió que se reforme la relación de la empresa con Osakidetza. Para los trabajadores de Telefónica no tiene sentido mantener esa condición de empresa colaboradora. Considera el comité de empresa: "Los trabajadores de Telefónica no necesitamos ningún tipo de convenio con Osakidetza para tener derecho a la atención sanitaria; la misma se desprende del cumplimiento de la ley". Y aunque no se llegue a este cambio, sí piden que la dirección de Telefónica solicite que se igualen las tarifas con Lagun-Aro.