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El PSOE ofrece un pacto sobre RTVE tras el relevo de López-Amor por Cabanillas

Rosario G. Gómez

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, confirmó ayer que el Ejecutivo espera la renuncia en los "próximos días" del director de RTVE, Fernando López-Amor, y su sustitución por Pío Cabanillas. Justificó el cambio por la decisión de "abrir una nueva etapa" con un director de perfil profesional, a la búsqueda del "máximo acuerdo" con los partidos. Desde las filas socialistas, siempre enfrentadas con López-Amor, Alfredo Pérez Rubalcaba expresó el deseo de buscar "un pacto de Estado" sobre RTVE. López-Amor habló desde Costa Rica con Aznar el miércoles y el jueves por la noche.

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Josep Piqué no lo tuvo fácil ayer para explicar el relevo de López-Amor tras 21 meses al frente del ente público. El portavoz del Gobierno, al término del Consejo de Ministros, leyó de manera textual su chuleta, algo que no suele ser habitual. Piqué empezó con una loa a la labor de López-Amor al frente de RTVE. "Ha sido muy positiva. Asumió su gestión en un momento muy difícil, trabajando con rigor, disciplina y eficacia, tanto en la gestión económica como en la vertiente del negocio audiovisual".Pero, a renglón seguido, la loa se convirtió en una amplia justificación del relevo de López-Amor por Pío Cabanillas. Según Piqué, se abre una nueva etapa de profundización en el diálogo con todas las fuerzas políticas sobre el futuro de RTVE, acorde con "un nuevo escenario competitivo" del sector audiovisual en España en la "perspectiva de la aplicación de la nueva tecnología digital".

Esa nueva etapa, justificó Piqué, requiere "recuperar para la figura del director general un estricto perfil profesional, una persona con experiencia en el terreno audiovisual, conocedora de estos temas, con capacidad y experiencia negociadora, que al mismo tiempo valore la capacidad profesional de las personas que trabajan en RTVE".

El portavoz del Gobierno explicó el aplazamiento por unos días del relevo por el cumplimiento de los trámites previstos en el Estatuto del Ente Público, que fija una convocatoria del Consejo de Administración para que este organismo manifieste su parecer ante el nuevo director general, aunque su decisión no es vinculante.

Para proceder a la sustitución, López-Amor deberá manifestar su expresa renuncia al cargo, ya que el Gobierno no tiene argumentos legales para cesarle. El director general, que ayer se encontraba de viaje en Costa Rica, decidió anticipar su regreso a España para acelerar los trámites.

Representantes de los partidos políticos acogieron, casi de forma unánime, con satisfacción la salida de López-Amor. El candidato del PSOE, José Borrell, subrayó que el nombramiento de Pío Cabanillas "no mejora mucho las perspectivas, pero seguro que no lo va a hacer peor que el que se va". Y añadió: "El que se va representa el máximo exponente de la derecha dura del PP y ha convertido la televisión en algo caro y carente de calidad", informa Esperanza Peláez.

El secretario de relaciones con los medios del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que el todavía director general dejará una televisión "arruinada, sectaria y mala". No obstante, se apresuró a ofrecer al Gobierno un pacto de Estado sobre la radiotelevisión pública. En este sentido, trazó las líneas maestras del nuevo modelo: un marco financiero estable y una gestión eficaz, transparente y plural que tenga como resultado una televisión "de calidad" y que sea referente para el resto de las cadenas.

Ricard Burballa, portavoz de CiU en la comisión de Control de RTVE, dijo que López-Amor ha transmitido "una imagen deteriorada" del Ente Público. Felipe Alcaraz, portavoz de IU en la misma comisión, denunció la existencia de un pacto entre el PP y el PSOE sobre el futuro de la radiotelevisión pública. Añadió que en el seno del PP ha existido un debate entre el modelo televisivo de Álvarez Cascos y de Piqué, que con su plan de trasvasar RTVE a la SEPI aboga por "la reducción de la plantilla y la privatización de una cadena".

Rodolfo Ruiz Ligero, consejero de IU, aseguró que López-Amor ha sido "el peor director general de RTVE" por su política de amiguismo, censura informativa, degradación de la programación y falta de respeto democrático a las instituciones. "Su cese significa parar la pala de la tierra que estaba echando sobre esta casa". El consejero del PSOE Diego Carcedo subrayó que la salida del director general es una medida "acertada y oportuna si lleva aparejada una política para salvar RTVE".

El ex portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, afirmó ante los micrófonos de la SER que durante la etapa de gestión de López-Amor "TVE ha sido la primera en audiencia siempre, y eso dice mucho de su buena labor". El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, recalcó en Antena 3 que la sustitución de "un cargo tan importante, tan complejo y sometido a tanta responsabilidad como el de López-Amor hay que verlo con relativa normalidad".

Por su parte, el presidente del Comité General Intercentros de RTVE, Manuel Nolla, expresó su temor a que el cambio de director general esté ligado al intento de liquidar el actual modelo de radiotelevisión pública

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